"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

domingo, 8 de julio de 2012

El leuro (II)


¿Qué pasó después?

           La unión monetaria implica una cesión de soberanía mucho más importante que otras pero menos vistosa (porque no lleva banderas ni uniformes): la cesión de la política monetaria. Con la pérdida de la moneda nacional se pierde también la posibilidad de utilizar la moneda para conseguir el desarrollo y la estabilidad económica del país. Es importante entender que no es una relación biunívoca: una moneda única implica perder soberanía monetaria, pero perder soberanía monetaria no implica una moneda única, que es tanto como decir que podemos tener euros, pesetas o maravedíes y no tener la política monetaria en nuestras manos: de hecho en los momentos previos a la constitución del euro, los estados implicados habían perdido ya su soberanía monetaria.

               Una vez cedida la soberanía monetaria (vía euro) la política monetaria no desapareció sino que recayó en las manos de los Estados más poderosos (económicamente) de la Unión que, son, obvio es decirlo, los que controlan las instituciones políticas de la Unión Europea: ellos son los que dictaron la política monetaria común, en su propio beneficio, que no es otro que el desarrollo productivo de sus empresas, la acumulación de saldos a su favor como consecuencia de la venta de sus productos en un primer momento y del préstamo de los excedentes monetarios generados en un segundo momento, para lo que se necesitaba que en otros Estados corriera el dinero fácil para, en el primer momento indicado poder comprar sus productos (y que lleguen, de ahí la insistencia comunitaria en darnos dinero para carreteras) y, más tarde, endeudarnos.

               Para caer en su trampa se necesitaba, finalmente, hacernos creer que éramos ricos, tan ricos como ellos, para lo que nuestros políticos neoliberales locales (Aznar y ZP) se pintaron solos en la creación (Aznar) y el mantenimiento (ZP) de una burbuja inmobiliaria, consecuencia, además, de una política de tipos bajos en la que te inyectan dinero (que luego hay que devolver) a chorros y que no sabes qué puedes hacer con él, porque no existen, gracias a los empresarios, oportunidades sólidas de inversión en territorio patrio.

1 comentario:

  1. que quiten el euro las autonomias y la mitad de los ayuntamientos...

    fuera los 500.000 politicos ¡¡¡ ladrones¡¡¡

    3.500.000 funcionarios... la mitad fuera¡¡¡

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