"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

lunes, 12 de abril de 2010

Huevos de oro

Como no sabía dónde invertir mi enorme fortuna, tuve que recurrir, una vez más, a mi asesor personal.
- Lo que ahora se lleva es invertir en granjas.
- ¿En granjas?- pregunté yo, con gran incredulidad.
- Sí, en granjas. De cerdos, concretamente. Pero no en cerdos con jamones. No, en esos no. Se lleva invertir en esos países que los anglosajones llaman, con su fino humor, P.I.G.S: Portugal, Italy, Greece and, finally, Spain.
- ¡Ah! ya. Lo que antes era el Club Med.
- Sí. Pero es que ese apodo era poco insultante. Les sienta mejor el de cerdos: después de todo son pueblos que, aparte de haber creado la civilización occidental, no han hecho nada de provecho.
- ¿Y en que consiste ese negocio?
- Te explico. Son países donde la crisis ha diezmado los ingresos de sus presupuestos. Se encuentran, de repente, con un desequilibrio fiscal, un déficit: siguen teniendo gastos, pero dejan de tener ingresos. ¿Me sigues?
- Sigue, sigue...
- Vamos, que les hace falta dinero. Tienen dos opciones para conseguirlo: o se lo cogen al contribuyente que lo tiene, subiendo los impuestos a los más ricos, o lo piden prestado. Lo primero está descartado: de Berlusconi no te digo nada... De los demás, aunque se llaman “socialistas”, ya sabes, en confianza, a tí te lo puedo decir...Son... de los nuestros...
- Vale. Entonces sólo les queda pedir prestado, ¿y?.
- Pues ahí es dónde puedes invertir...
- ¿Renta fija? No sé, los tipos están muy bajos... Poca rentabilidad.
- ¡Ahí está el truco, hombre! Ten en cuenta que el dinero lo tenemos nosotros, y no se lo vamos a prestar a cualquier precio, ¡no, hombre, no! Primero tenemos que hacerles creer que son pura basura, que no valen para nada, que no son de fiar. Así, cuando luego se lo prestemos, será como haciéndoles un favor, y al tipo que nos dé la gana. Es como cuando llegas a casa y le das una hostia a tu mujer... Al cuarto o quinto día ya la está esperando, se cree que se la merece... ¡jo!, ¡si es que lo que no inventemos los capitalistas!
- ¿y si es verdad que no son de fiar y no nos lo devuelven?
- ¡Tonterías! Eso no pasa nunca. ¡Ni Chávez tiene güevos para dejar de pagar la deuda pública! Nadie les volvería a prestar ni un euro... Los gobernantes antes dejan morir a sus ciudadanos que dejar de pagar la deuda. Además, estos países están en el euro y la Unión Europea no puede dejarlos tirados... Y, si todo falla, hay esta el “efeemeiiii”, para prestar en último recurso, para que puedan pagar nuestras inversiones... Lo que te digo: ¡Seguro al cien por cien! Lo de Federico, Recarte, Estapé, Montoro y todos esos es para montar bulla, es lo de la hostia a la parienta que te decía antes...
- pero...
- ¡Déjame, déjame, que ahora viene lo bueno! Como se lo prestamos a altos tipos de interés, la carga financiera de la deuda aumenta, y eso va haciendo aumentar sus gastos de forma que no se van a poder recuperar ni hoy ni nunca, porque no van a poder generar ingresos suficientes que equilibren la balanza de nuevo: recortarán gastos sociales, desmantelarán hospitales y bajarán las pensiones... pero da igual, porque lo que ahorren de allí lo tendrán que pagar de más en intereses y así estarán entrampados eternamente, tendrán que pedir más préstamos y pagar más intereses... ¡Ja, ja, ja!¡Es como un mileurista con una hipoteca a cincuenta años!¡Para troncharse!...
- Entonces... ¡Habéis inventado la gallina de los huevos de oro!.
- Efectivamente. Por eso te decía que el “bisssnessss” que se lleva ahora es el de las granjas: de cerdos y de gallinas. ¿Y sabes que es lo primero que se necesita para tener una gallina de los huevos de oro? Pues eso, tener una gallina ¿y como se hace una gallina? Pues a base de estar asustando todo el día al personal: que si el país se va al carajo, que si con más déficit nos hundimos, que si no hay marcha atrás... así se hace una gallina ¡sí, señor!.
- Vale. Me has convencido: ¡compra deuda pública!: doscientos millones de euros en Portugal y otros doscientos en Grecia... ¡Pero para Zapatero ni un puto euro, que me he enterado que quiere quitarle el emule al crío!

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