La economía española conocerá sus primeros brotes verdes en junio. ¿Por qué? Por la subida de los tipos de IVA. ¿Cómo? Porque los consumidores finales adelantarán sus compras todo lo posible para evitar ser gravados a los nuevos tipos. ¿Cómo lo sé? Porque lo mismo sucedió en Alemania y otros Estados de la Unión (como ahora veremos) cuando decidieron subir los tipos de este impuesto.
La doctrina de la Dirección General de Tributos es clara: incluso los pagos anticipados en la compra de un bien o servicio realizados antes del 1 de julio de 2.010, se beneficiarán de los tipos actuales aunque la puesta disposición del bien o servicio se produzcan después de esta fecha: dicho de una manera que entienda el común de los mortales: si vas a irte de vacaciones en Agosto, procura pagar a la agencia de viajes antes de julio (ya veréis la cantidad de ofertas del tipo “ahórrese el IVA pagando ahora sus vacaciones”). Por cierto la regla contraria no funciona: si compras ahora y vas a pagar dentro de un año el tipo de IVA es el de hoy y no el de dentro de un año(*).
¿Cuánto consumo se adelantará? El que se pueda. La parte del león es el consumo público: las Administraciones Públicas tratarán de adelantar todo lo que puedan sus compras, sobretodo si prevalece la opinión de la Dirección General de Tributos contra la de la Intervención General del Estado respecto a que el aumento del coste derivado de la subida de tipos en entregas posteriores al 1 de julio debe asumirla la Administración aún cuando se hubiera contratado antes de esa fecha. Se producirán incluso subterfugios, como la compra y pago por adelantado de la provisión de medicamentos para los siguientes cinco años... Así sucedió en otros países: la Sentencia del Tribunal de Justicia de Comunidades Europeas, en el llamado caso BUPA (STJCE 21.2.2006) es buena prueba de ello: STJCE BUPA
Si las compras de bienes y servicios se adelantan de esta manera viviremos unos brotes verdes en junio que servirán para que el Gobierno nos venda la llegada de la recuperación económica. Pero, como la realidad es tozuda, en la segunda mitad del año veremos que esto no sólo no es así, sino que además, una vez adelantadas nuestras compras, a los nuevos tipos no se venderá ni un clavo. Pero de estas ilusiones viven los gobiernos y políticos de turno...
(*) Salvo en los contratos de tracto sucesivo, en los que el IVA se devenga con la exigibilidad: ya estoy viendo a las asociaciones de consumidores protestando en cuánto vean en los recibos de luz y teléfono que los consumos de junio se gravan a los tipos de julio. Otro follón más para alimentar “la noria” de la clase política.
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