"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

jueves, 27 de septiembre de 2012

25-S


     
    “Escuchad otra parábola. Era un capitalista que usurpó unas tierras, plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; contrató a unos obreros y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los trabajadores para recibir sus frutos. Pero los trabajadores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos, estos llamados políticos, en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente marchó a la viña con su hijo , diciendo: “A mí y a mi hijo nos respetarán.” Pero los obreros, al ver al capitalista y a su hijo, se dijeron entre sí: "Este es el hombre hecho a sí mismo y su heredero. Es un gran hombre y todo lo que tiene lo ha ganado honradamente a costa de nuestra plusvalía. No es justo que le maltratemos y mucho menos quedarnos con su herencia, pues, al igual que la propiedad privada, es un derecho inalienable".Y, pasando de ellos, siguieron machacando a los siervos y lacayos políticos. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, con sus perros guardianes, llamados policía, qué hará con aquellos trabajadores? Dícenle: "A esos miserables les dará una muerte miserable, empleará en la viña a otros trabajadores, que le paguen los frutos a su tiempo y repondrá a los lacayos llamados políticos con otros aún peores". Y el Maestro les dice: "No habéis leído nunca un solo libro. La clase que los capitalistas desecharon, la clase obrera, algún día, en piedra angular se convertirá; será la conciencia de clase quien hará esto y es maravilloso a nuestros ojos. Por eso os digo: Se os quitará el mundo futuro para dárselo a una clase que sea consciente de quiénes son sus explotadores y los aniquile". Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos. Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente porque le tenían por profeta.