Algunos aspectos del plan del Gobierno para aumentar de 15 a 25 años el periodo de cotización a la Seguridad Social necesario para la obtención de una pensión contributiva, son bien conocidos: otros, sin embargo, permanecen ocultos a un primer análisis.
Al igual que, según la publicidad, las modernas maquinillas de afeitado mejoran con la triple hoja todo lo conocido hasta ahora, las "ventajas" de este "afeitado social" son también tres:
La primera hoja afeita: es algo conocido: si antes había que cotizar quince años para tener derecho a una pensión y ahora se necesitan 25, se ha encarecido el "precio" de la pensión; para conseguir el mismo derecho hay que trabajar y cotizar más.
La segunda hoja apura: menos conocido: en el cálculo de las pensiones se tienen en cuenta los últimos años de la vida laboral para el cálculo de la pensión. Normalmente los últimos años de un trabajador son los mejor pagados y los que presentan cotizaciones más elevadas. Si ahora se aumentan los años necesarios para el derecho y el cálculo de la pensión se incorporan al cómputo parte de los años más jóvenes, peor pagados y cotizados (de ahí las pretensiones de ciertos círculos neoliberales de calcular la pensión teniendo en cuenta toda la vida laboral del trabajador). Se consigue así un segundo efecto de rebaja en las prestaciones.
Y la tercera hoja consigue un afeitado perfecto: una economía desahuciada, donde todavía no sabemos qué hacer ni qué producir, con más de cuatro millones de parados...¿cuál es el número de privilegiados que van a poder tener un "vile" (vida laboral) de 25 años? ¿no estamos condenando a un buen número de ciudadanos a no tener pensión? Probablemente haya que rescatar el "¡vente pa' Alemania, Pepe!" para todos aquellos que, en el futuro, quieran tener una pensión: "vente pa' Alemania, Pepe, si quieres tener pensión!".
Al igual que, según la publicidad, las modernas maquinillas de afeitado mejoran con la triple hoja todo lo conocido hasta ahora, las "ventajas" de este "afeitado social" son también tres:
La primera hoja afeita: es algo conocido: si antes había que cotizar quince años para tener derecho a una pensión y ahora se necesitan 25, se ha encarecido el "precio" de la pensión; para conseguir el mismo derecho hay que trabajar y cotizar más.
La segunda hoja apura: menos conocido: en el cálculo de las pensiones se tienen en cuenta los últimos años de la vida laboral para el cálculo de la pensión. Normalmente los últimos años de un trabajador son los mejor pagados y los que presentan cotizaciones más elevadas. Si ahora se aumentan los años necesarios para el derecho y el cálculo de la pensión se incorporan al cómputo parte de los años más jóvenes, peor pagados y cotizados (de ahí las pretensiones de ciertos círculos neoliberales de calcular la pensión teniendo en cuenta toda la vida laboral del trabajador). Se consigue así un segundo efecto de rebaja en las prestaciones.
Y la tercera hoja consigue un afeitado perfecto: una economía desahuciada, donde todavía no sabemos qué hacer ni qué producir, con más de cuatro millones de parados...¿cuál es el número de privilegiados que van a poder tener un "vile" (vida laboral) de 25 años? ¿no estamos condenando a un buen número de ciudadanos a no tener pensión? Probablemente haya que rescatar el "¡vente pa' Alemania, Pepe!" para todos aquellos que, en el futuro, quieran tener una pensión: "vente pa' Alemania, Pepe, si quieres tener pensión!".
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