"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

jueves, 24 de marzo de 2011

DRAE

         El lenguaje es también un arma. Eso hace tiempo que lo aprendió el capitalismo, y nosotros, que somos más tontitos, lo vamos aprendiendo con el tiempo. He aquí cinco líneas de actuación para ir pensando:


           1.- Mirar a nuestros "primos del sur". El castellano (ellos dicen español) no es el idioma de Castilla, ni de la "Castilla ampliada" que muchos entienden que debería ser el Estado Español. Es también el idioma de Sudamérica, que, como son más y más listos, en muchos aspectos ya lo han mejorado: al tradicional "enfrentar" por "afrontar", propongo que adoptemos el término "transnacional" para referirnos a las multinacionales, pues, realmente, no son "multi" sino que tienen país, ejército y bandera. En clase hemos sustituido el termino "lobby" y derivados, términos que tienen un aire romántico y respetable por su origen anglosajón por el de "cabildo", "cabildeo" , "cabildero", término sonoramente más despreciativo "en nariz", con "retrogusto" a oscurantismo curil. Por lo mismo creo que deberíamos llamar al portavoz del Gobierno (o de la patronal, y, en general a todos los portavoces) "vocero". Lo que ya no tengo tan claro es si deberíamos ir mucho más allá, hasta llegar a la "pachamama", que, todavía se me resiste.


           2.- Rebuscar entre los clásicos: las palabras se han ido pervirtiendo con el paso del tiempo por acción del sistema capitalista, conviene recurrir a los orígenes: en este blog sistemáticamente se alude a "Ministerio de la Policía", de sabor bonapartiano, en lugar de "Ministerio de Interior". También hablo del "Ministerio de la Guerra", denominación clásica, en lugar de "Ministerio de Defensa". En algunos casos no hay que recurrir a muchos años atrás: mucha gente ignora que el "Ministerio de Agricultura" no existe: en su lugar está el "Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino" ¿alguien ha notado la diferencia?.


          3.- A las cosas por su nombre: Empecemos por los "anti": si somos anticapitalistas somos anticapitalistas, no "antineoliberales", por más que con eso tratemos de conseguir un manifiesto "de base amplia". Si somos "anticuras" somos "anticuras" (yo lo soy), no laicos, seglares, ateos, agnósticos o cualquier otra cosa. Lo mismo rige para otros términos: obrero (y no trabajador, u operario como decía Franco), socialista, de izquierdas o simplemente "rojo" (y no progresista, o por el progreso), etc, etc, etc.


             4.- Utilizar los nombres de las cosas, conceptos o instituciones similares, o que más se asemejan a lo que queremos denominar (metáforas): gracias al maestro, desde este fin de semana ya no digo que imparto clases en la Facultad de Derecho, sino en la Politécnica de Derecho (donde enseñan cómo hacer las cosas, pero no se preguntan por qué se hacen), ni tampoco "subo" a la Universidad: subo al Instituto Politécnico de mi pueblo.


            5.- Finalmente recurrir al juego fonético (homófonas): determinadas palabras se prestan a ello y basta cambiar una sílaba para tener un término mucho más acorde con lo que se quiere definir: ¿cómo se llama una corriente ideológica que, instalada en el capitalismo, recorta derechos sociales, instaura el despido libre, amplia la edad de jubilación y rebaja las pensiones, mientras que, con golpecitos en el pecho, en la parte del corazón, te dice que te tiene dentro y que sólo piensa en tí? ¿Socialdemocracia? No hombre no, eso es "socialidiocracia"

miércoles, 23 de marzo de 2011

Test Pronto

         ¿Es usted un ciudadano coherente y responsable? Para saberlo complete este test:
1.- En el caso de una intervención militar de una coalición internacional capitalista, contra un dictador africano capitalista y mentalmente desequilibrado, en favor de un grupo de rebeldes de los que no sabemos nada, usted considera:

a) Que no se debería llevar a cabo.

b) Que sí se debería llevar a cabo.

c) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PP, pero no si la apoya el PSOE.

d) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PSOE, pero no si la apoya el PP.

e) Que se debería llevar a cabo si cuenta con el respaldo legal de la ONU.

f) No sé. Yo ya voto cada cuatro años y elijo a quién sí sabe para que tome estas decisiones por mí.


2.- En el caso de una intervención militar de una coalición internacional capitalista, contra el Estado Capitalista de Israel, en favor de los palestinos, usted considera:

a) Que no se debería llevar a cabo.

b) Que sí se debería llevar a cabo.

c) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PP, pero no si la apoya el PSOE.

d) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PSOE, pero no si la apoya el PP.

e) Que se debería llevar a cabo si cuenta con el respaldo legal de la ONU.

f) No sé. Yo ya voto cada cuatro años y elijo a quién sí sabe para que tome estas decisiones por mí.


3.- En el caso de una intervención militar de una coalición internacional capitalista, en la España, 1.936, intervención dirigida contra un ejercito sublevado, y en favor de un Gobierno legítimo y democrático, usted considera:
a) Que no se debería llevar a cabo.

b) Que sí se debería llevar a cabo.

c) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PP, pero no si la apoya el PSOE.

d) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PSOE, pero no si la apoya el PP.

e) Que se debería llevar a cabo si cuenta con el respaldo legal de la ONU (o equivalente).

f) No sé. Yo ya voto cada cuatro años y elijo a quién sí sabe para que tome estas decisiones por mí.


4.- En el caso de una intervención militar de una coalición internacional capitalista, en Irak, con la finalidad de destruir unas armas de destrucción masiva inexistentes, usted considera:

a) Que no se debería llevar a cabo.

b) Que sí se debería llevar a cabo.

c) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PP, pero no si la apoya el PSOE.

d) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PSOE, pero no si la apoya el PP.

e) Que se debería llevar a cabo si cuenta con el respaldo legal de la ONU.

f) No sé. Yo ya voto cada cuatro años y elijo a quién sí sabe para que tome estas decisiones por mí.


5.- En el caso de una intervención militar de una coalición internacional capitalista, contra Cuba, para acabar con el régimen actual, usted considera:

a) Que no se debería llevar a cabo.

b) Que sí se debería llevar a cabo.

c) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PP, pero no si la apoya el PSOE.

d) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PSOE, pero no si la apoya el PP.

e) Que se debería llevar a cabo si cuenta con el respaldo legal de la ONU.

f) No sé. Yo ya voto cada cuatro años y elijo a quién sí sabe para que tome estas decisiones por mí.


6.- En el caso de una intervención militar de una coalición internacional capitalista, contra una serie de genocidas empeñados en constituir diferentes estados étnicos en los Balcanes, a base de ir eliminando a los ciudadanos que no son de su raza o religión , usted considera:

a) Que no se debería llevar a cabo.

b) Que sí se debería llevar a cabo.

c) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PP, pero no si la apoya el PSOE.

d) Que se debería llevar a cabo si la apoya el PSOE, pero no si la apoya el PP.

e) Que se debería llevar a cabo si cuenta con el respaldo legal de la ONU.

f) No sé. Yo ya voto cada cuatro años y elijo a quién sí sabe para que tome estas decisiones por mí.


Solución:

         Todas las respuestas de la misma letra: usted es un fanático: todas a, fanático de la vida contemplativa (retírese a un convento); todas b, fanático de las armas y la sangre (hágase de la Asociación Nacional del Rifle y entreténgase viendo la saga entera de SAW, Rambo...); todas c, fanático o militante con pesebre del PP, todas d, fanático o militante con pesebre del PSOE; todas e, fanático de ZP, realmente usted es un papanatas que no sabe que la legalidad y especialmente la internacional no es más que la voluntad del más fuerte, vamos que no sé si es tonto o se lo hace; todas f, usted es un fanático de Telecinco, y del modo de vida del burgués occidental. No se preocupe, tiene cura: acuda a un spa y pida que le den un masaje con toallas mojadas.

            Todas entre la a y la b: usted es un fanático, pero con ideas propias: si es de derechas, apostaría que tiene 4 a y 2 b o, justamente lo contrario 4 b y 2 a. Si es de izquierdas seguramente tiene 4 a y 2 b. Si se le ha escapado algún c, d, e, f, vuelva a considerar la pregunta: está tratando de escaquearse (que la decisión la tome otro). Si tiene 3 a y 3 b, entonces es el autor de este post.

domingo, 20 de marzo de 2011

¿Cómo actuar?

       Hace una semana escribía en este blog sobre “¿qué hacer?”, cómo comportarse para poder llevar a cabo nuestras demandas de una sociedad mejor (en lo energético, en lo económico, en lo ecológico, en lo social...). Esta semana he leído la brillante “Carta Primera del Subcomandante Insurgente Marcos a Don Luis Villoro”, cuya lectura recomiendo como base para la pregunta siguiente al ¿qué hacer?: ¿cómo actuar?



            En la carta del subcomandante Marcos conviven aspectos relativos a las tácticas políticas mejicanas, de menor interés para este post, referidas a una discusión entre elegir lo malo (Obrador) o lo peor (Calderón) en las Presidenciales de 2.012. 

          Más interesante para este post es la estrategia militar que dicha carta recoge, en la mejor tradición de una doctrina militar de la izquierda, que, actualmente se encuentra casi perdida, y que yo me niego a creer abandonada. Cualquier cambio social requiere de una “actuación de fuerza” si queremos que se produzca, pues nadie va a cedernos graciosamente la varita del poder si esperamos sentados. Musicalmente, es la afirmación de Barrikada, cuando en su canción “okupación” se dice que: “no van a darnos las llaves”. Mal que pese al “buenismo” pensante, la sociedad capitalista es una permanente “guerra”: es una guerra de clases, pero también es una guerra contra el medio ambiente, una guerra contra las mujeres... Siento por tanto desilusionar al pensador acomodaticio que cree que nuestras sociedades, son sociedades de paz... ¡Nada más lejos de la realidad!



           Aquí retomamos lo que en la carta se dice: “lo esencial en la guerra no es sólo la fuerza física (o material), también es necesaria la fuerza moral que, en estos casos, es proporcionada por los medios masivos de comunicación (como antes por la religión y la filosofía)”. Luego la batalla no hay que emprenderla sólo contra los ejércitos, también tenemos que pelear contra los medios: ¡Vaya descubrimiento!. Pero ¿por dónde empezamos? Marcos define la fortaleza de un bando en dos términos: el físico o puramente militar, y el moral. Así: “Si el aspecto físico lo referimos a un ejército, es decir, a una organización armada, mientras más fuerte es (es decir, mientras más poder de destrucción posee), más posibilidades de éxito tiene. Si es el aspecto moral referido a un organismo armado, mientras más legítima es la causa que lo anima (es decir, mientras más poder de convocatoria tiene), entonces mayores son las posibilidades de conseguir sus objetivos”. Puesto que las guerras actuales no se resuelven únicamente por el aspecto físico (de otra manera siempre ganaría el que tiene el ejército más fuerte) sino que, cada vez, con mayor frecuencia aparecen implicados factores físicos y morales es por lo que tenemos que dirigir nuestra estrategia militar a éstos últimos aspectos: “Las guerras “más modernas” o “posmodernas” no son, entonces, las que ponen en el terreno armas más sofisticadas (y aquí incluyo no sólo a las armas como técnica militar, también las tomadas como tales en los organigramas militares: el arma de infantería, el de caballería, el arma blindada, etc.), sino las que son llevadas a terrenos donde la calidad y cantidad del poder militar no es el factor determinante”. 



            Llegamos al objeto de este “post”: ¿cómo actuar?: llevando nuestra lucha a aquellos campos en los que el poder militar “no sólo no es relevante sino que se puede prescindir de ella como variable determinante en la decisión final, tenemos que en el conflicto bélico entran otras variables o algunas de las presentes como secundarias pasan a primer plano”. Esta es la clave. Como siempre digo, lo que se oculta detrás del pasamontañas, sea persona, colectivo, sociedad, o lo que sea, está entre lo mejor de la izquierda mundial.



          Ahora chicos, toca buscar esos campos de batalla(*), en los que la fuerza no es el elemento esencial, e incluso es el elemento prescindible: la Universidad, el Instituto, los sindicatos, las ONG's, las asociaciones de vecinos, “Els matíns” de Catalunya Radio... ¡A las barricadas!






         (*) Por seguir poniendo banda sonora al post: “Siempre me ha interesado/ esa jerga que emplean los “rastas”/ hablan de batallas/ que no puedes encontrar en los mapas” (Kortatu, “el rock de la Línea del Frente”)

viernes, 18 de marzo de 2011

SMS

          La realidad imita (y supera) al arte: el sms que trascribo es REAL y lo recibí anteayer en mi móvil(*) y no creo que sea el único destinatario:



          "novedad: NOVEDADES. Sigue las ultimas noticias sobre la crisis nuclear en Japon. Pincha aqui si tienes un iPhone o un Android http://m.orange.es/tv/canales/24h/index.html y si tienes otro tipo de terminal pincha aqui http://wap.orange.es/orange-pwp/tve24h/index.php y matente (sic) informado"



           ¿Quién dijo que el capitalismo no sabe explotar las oportunidades de negocio?



            Ahora que van a comenzar los fuegos artificiales sobre Trípoli, ésos que va a retransmitir en exclusiva la CNN, me imagino que recibiré otro sms de un tenor parecido, junto con los que ya habitualmente recibo para seguir el derbi madrileño, el último "hit" de Chenoa, o los nuevos capítulos de "el barco".



          Voy a llamar a Orange a ver si regalan camisetas, o si sortean entradas para ver en directo los eventos. Y si no las sortean que me digan dónde puedo comprarlas: Pero que luego no suspendan la función ¿eh? Y, si lo hacen, que me devuelvan el dinero.





(*) Por supuesto, sin un puto acento. Luego dicen que los alumnos de hoy en día cometen muchas faltas de ortografía: a quiénes hay que "devolver a primaria" es a las multinacionales.

jueves, 17 de marzo de 2011

Ese Hombre

          Ese hombre es un problema. Un problema para las blancas y las negras. Inicialmente para las blancas era un terrorista, pero después pasó a ser uno de los nuestros, un "goodfellas" Para las negras primero fue un héroe y luego pasó a ser un lacayo de occidente. Ese hombre es un biorritmo. Pero justamente ahora coinciden blancas y negras: está en la fase descendente del ciclo: se ha convertido en un villano para las blancas y las negras: todos quieren derrotarle.


          Blancas juegan y ganan: tienen dos opciones: mate en tres: intervienen militarmente, le detienen, iraquizan el territorio. Alternativamente bombardean (dicho finamente "establecen un área de exclusión aérea"), derriban aviones, bloquean cuentas, venden armas a los rebeldes para que estos ganen y, finalmente, estos ganan: mate en cinco, más lento pero más seguro (o con menos protestas).



            Negras juegan y ganan: primera opción: retiran el alfil y esperan al mate de las blancas, para jugárselo todo en la revancha. Segunda opción: forman brigadas internacionales y venden armas y suministros a los rivales... a partir de ahí todo sigue igual... rebeldes ganan 23.- pXG, mate.



            Pero hay más opciones: blancas juegan y pierden... y, al final ganan: se recomponen los contratos, se rehabilita al líder. Como no se ha intervenido no pasa nada. Si acaso, Sarko tendrá que humillarse un poco y pedir perdón(*). Además se envía el inequívoco mensaje de que las rebeliones árabes pueden ser ahogadas militarmente, mensaje sobre todo dirigido para demostrar a los "demonstrators" de las tiranías del Golfo Árabe, que con cazas y blindados no hay algarada popular que se resista.



           Negras juegan pierden y ganan: Se sienten más seguras de posibles injerencias extranjeras: si no se han atrevido con ese hombre, no se atreverán con nosotros. Además, ese hombre seguro que ya no vuelve a ser el mismo: visto como le tratan "los suyos", es más probable que se eche a los brazos de "los nuestros": 21.- ........; E2-E1!! corona a torre.



             En el fondo ese hombre es "nuestro hombre", tanto si jugamos blancas como si jugamos negras este peón tiene dos cosas: tiene petróleo y nos sigue siendo útil: debemos defenderlo.



            Lo que pasa es que, mientras nosotros jugamos al ajedrez, ese hombre está jugando al cinquillo(**): y nos va ganando.



(*) Le está bien empleado por no haber cogido el capote y haber toreado según la escuela política española (PP y PSOE): el Don Tancredo, que tantas tardes de gloria ha brindado a Rajoy y ZP. ¡Qué aprenda de la UE!.


(**) ¿Y por qué al cinquillo? porque es un juego de descarte, en el que se trata de "cerrar" al adversario, que no pueda poner sus cartas. Y Gaddafi tiene el seis de oros (negro)

miércoles, 16 de marzo de 2011

¡Boooooooom....ba!

          Aprovechando los tristes "incidentes" acaecidos en las centrales nucleares del Japón, como consecuencia del terremoto que han padecido y teniendo en cuenta que estos incidentes han sido aprovechados por "los de siempre", gente antisistema, contrarios al orden y al progreso, y, en definitiva, "chusma" ecologista, feminista, y homosexual, debo romper no una sino varias lanzas en favor de la energía nuclear.



          1.- Algunos desaprensivos dicen  que no se construyen más centrales nucleares porque no son rentables, no porque existan restricciones legales o gubernamentales: incierto. He intentado varias veces instalar unas cuantas en diversos locales de los que soy propietario y jamás lo he conseguido, debido al intervencionismo y reglamentación de los poderes públicos; en mi caso, especialmente, de los entes locales: se han negado a darme los permisos correspondientes, la licencia de obra, la de apertura... todo ello pese a contar con un proyecto de prevención de riesgos y un plan de seguridad excelente.



          2.- Esos mismos desprensivos dicen que las "nucleares" no pagamos nuestras facturas: ni las medidas de seguridad ante actos de terrorismo, ni los gastos derivados de los incidentes, ni la gestión y recogida del combustible, ni el almacenaje de residuos durante miles de años, ni tampoco los muertos que, en países dejados de la mano de dios, provoca la extracción del mineral radioactivo. Incierto también, porque, que se sepa, yo pago mis impuestos, y por tanto exijo que el Estado se lleve mi basura, limpie las calles y me proteja frente a los islámicos o islamistas radicales (o como se diga): yo pago, entonces exijo. Sobre los muertos de África que se lo pregunten a los sátrapas de allí: cuando yo voy a hacer la compra, yo no pregunto de dónde vienen las cosas: simplemente las cojo de la alacena y pago. Exacto he dicho "y pago" y con eso ya cumplo con mis obligaciones contractuales.



           3.- Tampoco veo a santo de qué hay que abrir ahora un debate sobre la energía nuclear, si hasta ahora se ha demostrado que es una energía limpia y segura: para una vez que mato un perro, ahora me llaman mataperros. Si en otros países como Alemania, Francia o Estados Unidos quieren abrir el debate, allá ellos. Menos mal que contamos con nuestro agente doble en Berlín, (nombre clave, Miguel), para contrarrestar esas modas extranjeras: aquí no es el momento de discutir nada, eso queda para las sociedades que tienen estudios, para los países que saben... Gracias a Dios el pasado fin de semana se estrenó Torrente 4, que ha permitido que la gente pueda vivir feliz y despreocupada, al menos durante un fin de semana: es el derecho al descanso (físico e intelectual) lo que estos agitadores quieren destruir.



          4.- Toda crisis, real o percibida como tal, es una buena oportunidad para realizar un cambio o, en su caso, para hacer negocio. ¡Vale! Reconozco que a lo mejor no fue buena idea montar centrales nucleares en un país con riesgos sísmicos como Japón: lo que hay que hacer es ponerlas en territorios seguros: libres de catástrofes y revueltas: traigámoslas entonces todas para España, que es un territorio que reúne ambas características y ganemos dinero con esa ventaja. De hecho, está en el Génesis, cuando Dios creó el mundo, el tercer día, "separó las aguas y las tierras, y sobre una parte de estas tierras creó un país, libre de cataclismos y conflictos, dónde nunca pasaría nada: a este país Dios lo llamó España: y vio Dios que era bueno". Dos días después creó al hombre y lo nombró administrador de todo lo que había creado. Se llamara Adán o no, lo cierto es que Dios, en primer lugar, hizo que fuera madrileño.


           5.- A más, a más, la ventaja de traer todas las nucleares del mundo mundial a España es doble: se produce una sinergia con nuestra tradicional industria: el turismo, en su rama de "sol y playa". Así se consiguen cuatro cosas: los extranjeros que nos visitan pueden, primeramente, "tostarse" los días que no haga sol, con otras radiaciones. En segundo lugar pueden acelerar el proceso de bronceado con una doble sesión de rayos. También se pueden habilitar zonas, hasta ahora inexploradas para el turismo, como la meseta, ofreciendo resultados asombrosos en un par de días. Y por último se puede aliviar la factura sanitaria que suponen los jubilados europeos que vienen a residir a nuestras costas, mediante la aplicación de radioterapia preventiva. Ese ahorro por cierto es doble, en el corto plazo suple el tratamiento convencional y, más a largo, suple cualquier tratamiento.


          6.- Por último y no menos importante, creo que debemos impulsar la energía nuclear porque es la energía del capitalismo(*): sus radiaciones no se ven, no se huelen, no causan humo: matan a mucha gente de forma limpia y silenciosa, sin distinguir entre hombres, mujeres y niños... exactamente igual que nuestro sistema económico. Bueno, no exactamente, el capitalismo se centra más en la aniquilación de mujeres y niños.


J.R.R.


(*) privado o de Estado.

martes, 15 de marzo de 2011

Regreso al futuro

          Lo aterrador de este videoclip, cuya canción, por cierto, siempre llevo en el móvil, es la fecha en que se grabó: ¡En 2.002! Es decir, hace casi diez años... ¡Y parece que fue ayer!

sábado, 12 de marzo de 2011

Mr. Magoo

          Siempre me ha llamado la atención ese defecto visual que tiene el paisano ibérico que le permite ver, con ojo de lince, las diferencias entre un madrileño y un catalán o entre un gallego y un murciano. 

           Y, sin embargo, cuando traspasa nuestras fronteras, todo se vuelve una mancha borrosa, mancha que se hace más borrosa cuánto más lejos está la sociedad que quiere examinar: le da igual un peruano que un colombiano, un uruguayo que un mejicano... todos son, simplemente, sudamericanos, hispanoamericanos, latinos, “sudacas”, dependiendo del número de neuronas vivas que le queden al que pronuncia esos epítetos (de más a menos como enseguida se ve). 

          De los chinos para qué hablar: cualquiera con los ojos rasgados (incluyendo a Beatriz Montañez) pasa a ocupar esa categoría, para a continuación decir que “a mí me parecen todos iguales”. Con todo, lo del “mundo árabe” es lo más espectacular: pues aquí se mezcla lo moro, lo árabe, lo islámico, lo suní y lo chii... en una amalgama que supone ver a unos tíos en camello, con turbante y casado con mil mujeres: árabe e islámico (incluso islamista) son sinónimos, y nos sirven para identificar desde los mauritanos hasta los indonesios, sin problema. Este caso, como digo, es más espectacular, porque, aparte de que son los que geográficamente tenemos más cerca, además somos familia, ¿lejana?, pero familia: vale, comemos cerdo y nuestras mujeres no llevan velo: pero cuando salimos en pandilla, ellas nos siguen unos pasos más atrás, hablando de sus cosas (colegios y niños), mientras nosotros vamos delante, hablando de las nuestras (fútbol, trabajo y tías).



           En fin, todo esto es una variante de la miopía: lo cercano lo vemos bien, lo lejano difuso. Lo peor es cuando, en algunos ámbitos se produce presbicia: vamos, que vemos la paja en el ojo ajeno, pero no vemos la viga en el propio. 

          Ayer vi varios ejemplos en el mundo periodístico “serio”: con frecuencia critican a la “princesa del pueblo” y su corte por hablar de lo que no saben (el euribor, las pensiones, la legalización de sortu...) y se olvidan que ellos hacen otro tanto: daba gusto oír a los tertulianos hablar de placas tectónicas, movimientos telúricos... en vez de los recurrentes temas del “cretinismo parlamentario” a que nos tienen habituados: se conoce que aprendieron sismología en un par de tardes.

viernes, 11 de marzo de 2011

¿Qué hacer?

          En el siempre interesante blog de mi hermano, se plantea un problema aun todavía más interesante: ¿Qué puedo hacer yo ante el "oil crash"? El colmo de lo interesante se alcanza tanto con la exposición de mi hermano, como con los setenta comentarios que ha recibido. No me presto a hacer un comentario más en su blog porque prefiero dar contestación aquí y así mato dos pájaros de un tiro: contesto y a la vez "relleno" un post. 



           La cuestión se plantea en qué puede hacer UN individuo, ante un problema concreto, la crisis energética, al que hay que buscar una solución: la acción es individual, pero el problema es (si lo tiene) de resolución colectiva. Bueno, en el fondo esto es una variante del problema general "qué hacer"(*), que pone en términos de ética el cómo debe comportarse un individuo ante un problema social. 



          Lo primero que hay que tener en cuenta es que para cualquier cambio social  se requieren unas "condiciones objetivas" en la sociedad, es decir, la sociedad tiene que cumplir unos parámetros para que el cambio sea posible. Estas condiciones objetivas son independientes de la existencia real o del problema, de su gravedad, o de la existencia o no de solución. Entre estas condiciones objetivas hay dos fundamentales: la sociedad debe ser consciente del problema y debe tener voluntad de afrontarlo (de "enfrentarlo" diría mi hermano, pero eso es porque lee mucho en bárbaro (=inglés)). Sin estas condiciones da igual si el problema es real o no, si es grave o leve, si tiene o no solución: el cambio social no se producirá. En el caso que nos ocupa,crisis energética, "peak oil", en general "peak" de cualquier cosa, sistema económico insostenible, "planeta finito", la cuestión sigue siendo la misma, aunque el problema sea de tal magnitud que acabe con la raza humana: si no se dan las condiciones objetivas para un cambio social, nos precipitaremos como lo "lemmings" aquellos del juego del spectrum, hacía el vacío sin remisión.



          En fin, sin condiciones objetivas no hay cambio social. A día de hoy no hay condiciones objetivas(**), luego, el individuo que es consciente del problema que se nos avecina sólo puede hacer cuatro cosas: 



          En primer lugar puede suicidarse; el problema no se soluciona, pero al menos él deja de tenerlo. Si, además se cumplen las advertencias del apocalipsis bíblico será el más afortunado por morir primero.


          En segundo lugar puede intentar resolver el sólo el problema. Para ello tendrá que eliminar el problema, a los causantes del problema... y hacerlo rápido, por lo que no le va a quedar más remedio que empezar a poner bombas y todo eso. Él y unos pocos más que hagan lo mismo, si son capaces y están suficientemente dedicados a la causa, pueden llegar a creer que es posible solucionar el problema de esta manera. Están cayendo en la enfermedad infantil del "terrorismo" y seguramente no conseguirán nada (incluso puede que logren el efecto contrario), aunque es fácil que lo que sí consigan es que el Estado les preste alojamiento y manutención gratuita en un recinto cerrado. Para saber más sobre esta enfermedad recomiendo la lectura de algo de Lenin y la visión (a los que nos gusta el cine) de la película "La tercera generación" de Fassbinder, si es que es posible encontrarla, rebañando en lo más hondo de la perola del emule con la cuchara del kad. 



          En tercer lugar cabe hacer "tu pequeña contribución a solucionar el problema": vender el coche, ir en "bici", poner un molinete en el tejado... Son, esas pequeñas cosas que hacen que el mundo sea mejor y que se utilizan ampliamente en los anuncios de la coca-cola, iberdrola y similares... y ¡ay! también por nuestros gobernantes. Aparentemente se trata de un pensamiento muy bonito, naïf, pura Mafalda (la que le gusta a Chacón), pero que en el fondo encubre un gran egoismo: se trata de decir yo ya he hecho mi parte, y si esto se va al carajo (que se va) no es por mi culpa. Será por la de los demás, porque si hubieran hecho lo mismo que yo, ya estaríamos todos salvados. Esta posición en personas de más de catorce años debería estar penada con un par de collejas a la semana, hasta la completa maduración del "melón" o "almendra" del individuo, pues lo que plantea es la división de un problema social, en partes alicuotas (yo es que soy de Derecho) en las que cada uno se encarga de su trocito: el resultado es la sociedad "patchwork" estilo de moda, que por cierto viene que ni pintado estéticamente a los partidarios de esta solución. Para saber más sobre esta enfermedad mejor que leer otro poco más de Lenin creo que es más fácil tirar a la basura determinadas lecturas: las ya citadas de Mafalda, los especiales "cool" de los periódicos progres del Estado, e incluso la mayoría de los libros escritos al uso, sin olvidar los suplementos "mujer hoy" y AR con sus secciones "cómo hacer un mundo mejor y similares". Y si se quiere cine se puede ver la (mala) película "El jardinero fiel" y, cuando termine, preguntarse qué cojones le pasa a esa tipa para abandonar la influyente sociedad londinense en la que, como hija de papá, podría haber cambiado algo y dedicarse en su lugar a curar negritos en África Tropical, para demostrar lo buena que es ella y lo malos que son los demás. Igual se llega a la conclusión de lo que la pasa en la "peli" se lo tiene bien merecido, por haber recibido sus talentos y haberlos enterrado, a cambio de parecer más solidaria que nadie. 



          Y nos queda la última: intentar crear las condiciones objetivas en la sociedad para que el cambio se produzca. Fíjate que hay una diferencia con la segunda "solución": no se trata de hacer uno el cambio social, ni hacerlo entre unos pocos, se trata de crear las condiciones en la sociedad para que ese cambio se realice "por la sociedad". Esta solución es, de lejos, la más complicada, pero, a cambio es la única que puede funcionar. Empieza con la agrupación de los individuos concienciados, es decir, desalienados, como tú Antonio, formando algún tipo de asociación(***), sindicato, partido... es decir algo que nos permita trabajar juntos en la lucha por la creación de las condiciones que la sociedad debe tener. y una vez montado el andamio a empezar, como hacía Jorgito, a "vender la biblia por las casas" (Gracias a Dios, hoy hay internet). Tardar se tardará, conseguir no sé si se conseguirá, pero otra solución no hay. Los nuevos adeptos deberán, además de empezar a trabajar de la misma manera, creando células, discutiendo, actuando en la toma de decisiones y siguiendo con la tarea del "puerta a puerta". Y así hasta lograrlo. Son las técnicas que se han empleado toda la vida desde los tiempos de Jesucristo hasta los de nuestras madres, mediante el "Avon", que siempre llama a tu puerta, y el "tuperguare" (hoy creo que hacen lo mismo con la "vaporetta" y el "termomix") pero son también las que hicieron nacer las revoluciones de los siglos XVIII, XIX y XX, las que empleaba  Ignacio de Loyola o la Señora Webb; lo que se hacía en los soviets y lo que se hace hoy en Venezuela, en el Foro Social Mundial... Se puede leer algo sobre esto indistintamente en Lenin o en San Pablo



            Y, en definitiva, eso es lo que estás haciendo, por lo que no te preocupes más hermanito: estás haciendo lo correcto. Eso sí, vigila la olla y el garbanzo, porque el primer deber de un revolucionario es cuidar de sí mismo. No lo olvides: cuídate.


          Y, no puedo olvidarme de aquellos que te escriben diciendo que el problema de la crisis energética no es de izquierdas ni de derechas: Para estos no tengo palabras. Les recomiendo, eso sí, la versión escrita o cantada del poema "aclaración a un intelectual apolítico" de José Valdivia Domínguez (JOVALDO): "No me venga pues con aires/ de apolítico cantor. / El arte(****) está con el pueblo, /o está con el opresor"








(*) La obra de V.I. Lenin del mismo nombre.


(**) Es lo que los marxistas llamamos "alienación": puede afectar al individuo, a una clase social, o a la sociedad misma.


(***) Conviene encontrar, enseguida, a alguien concienciado "con pasta", a ser posible alemán y que se llame Engels. A partir de ahí todo es mucho más fácil.


(****) Sustitúyase por: cultura, ciencia, técnica, tecnología, deporte, teatro, cine, botellón... según proceda

jueves, 10 de marzo de 2011

La bola de cristal

          ¡Órdago! Voy a demostrar mis artes adivinatorias, que están, por lo menos, a la altura de "Nostrapacus", aunque no trabaje en la COPE:

          Precampaña de las municipales: ZP anuncia tres cosas (no necesariamente en este orden):

          1.- Que no se presenta a las próximas Generales.

          2.- Que las Generales se celebrarán a finales de este año.

          3.- Que el candidato del PSOE saldrá de un proceso de primarias(*), que se pondrá en marcha al día siguiente de la celebración de las elecciones locales.
     
           Con esto se consiguen tres objetivos:

         1.- Calmar el ansia de "vendetta" del electorado que se cobra, sin castigo en las urnas, la cabeza del pato mareado.

         2.- Territorializar las elecciones locales: una vez satisfecho el electorado con la sangre derramada en el acto de expiación.

         3.- Centrar todo el foco mediático en el partido hasta las elecciones generales: las primarias son un suceso atractivo para los medios y para distraer a la sociedad(**). Pendientes de ideas, debates, "derbis": es un buen espectáculo en un año sin Olimpiadas, Mundial o Eurocopa. La idea es que hablen de tí, aunque sea bien; ya se tiene hecha media campaña. No hay tiempo, además, para desacreditar al candidato que resulte del proceso.


         Lo he leido en los posos de café, porque, a diferencia del teatro, aquí los artistas no se dignan a entregarnos el libreto: que si frasecita de Pepiño, que si el careto del oportunista que ve que esto no se arregla, su reunión con Bono para ir "limpiando" la legislatura, la pija de Gràcia sacando los codos... hasta Público y El País(***) están ya con la toalla, el cubo y la esponja: ¡Segundos fuera!


         Y lo cierto es que, la verdad, no sería mala estrategia para el partido. A mí me da igual: Con tal de que no gane Aznar... Como dijo Carrillo el domingo en el programa del follonero, si gana Aznar tendría que marcharme a vivir a Cataluña, (mejor a Figueras), para estar más cerca de Francia por si hay que salir huyendo.


(*)Esto se ha conseguido retorciendo el brazo "un poquito" al Presidente: sólo hasta notar el chasquido.

(**)Además las primarias son, por qué no decirlo, el mejor sistema para designar un candidato, o, por lo menos, el menos malo.

(***) Y su cuadrilla de mamporreros, de gira permanente por todas las tertulias de España: el "sabelotodo" Aizpeolea (Rodríguez) y la siniestra Anabel (Díez).  Pobre Anabel: este verano, todos tus compañeros de vacaciones y tú solita en la redacción, intentando liquidar el “asuntillo Gómez” y al propio Gómez también... No salió bien, pero no te preocupes: te lo gratificarán. Y yo, desde luego, pasé un verano en la playa muy divertido leyendo tus patrañas: me engancharon más que las típicas lecturas de verano...

martes, 8 de marzo de 2011

8-M

Siempre que llega esta fecha, me acuerdo del videoclip grabado hace  años por la cantante francesa Nathalie Cardone, musa bolivariana: en las últimas escenas, una ola de mujeres, con el niño en brazos pero también, (lamento decirlo por alguno de los lectores), con el fusil de asalto al hombro. Una ola de mujeres que no se detendrá hasta la Victoria final.


       

lunes, 7 de marzo de 2011

Qui prodest?

          Cada curso indico que el objeto de mi asignatura es dar contestación, en el ámbito de la economía del Sector Público, a las siguientes dos preguntas:


          ¿A quién beneficia cada decisión pública?


          ¿Cuánto nos cuesta?


          La primera pregunta (¿a quién beneficia?, qui prodest?) debe ser resuelta en dos niveles: el aparente y el real. Dicho con otras palabras, debemos conocer a quién aparentemente beneficia una decisión pública y a quién realmente beneficia. En muchos casos existe una disociación clara entre el beneficiario "aparente" o nominal y el beneficiario "real" o material (en nuestro caso económico). El nivel aparente se reserva para las declaraciones de los políticos y para las exposiciones de motivos de las normas; el nivel real es el que ha movido los hilos para la toma de la decisión pública. 



           Un par de ejemplos aclararán ese doble nivel: el primero de ellos, sacado del manual de la asignatura (Stiglitz J, La economía del Sector Público) presenta la ampliación de una línea de metro hasta un determinado barrio: aparentemente los beneficiarios son los vecinos de ese barrio, especialmente los más humildes que son los que, teóricamente, precisan del transporte público. Realmente los beneficiarios son los propietarios de las viviendas del barrio que pueden coincidir o no con los vecinos: su propiedad se ha revalorizado y pueden venderla más cara. Si tienen esas viviendas arrendadas podrán exigir una renta más alta que antes, pues ahora la vivienda está mejor comunicada. La subida de los alquileres de esa zona desplazará precisamente a la gente con rentas más bajas que ya no podrán vivir en ese barrio y tendrán que trasladarse a una zona más periférica(*). 



          El segundo es un ejemplo local (y real) que explico en clase: teniendo en cuenta que los expedientes de regulación de empleo afectan a trabajadores de una edad en la que, dificilmente, van a encontrar otro trabajo, conviene aligerar la tributación de las indemnizaciones que se van a percibir, pues van a ser los últimos ingresos que va a percibir ese trabajador hasta su jubilación o hasta llegar a la edad del subsidio de desempleo: aparentemente el despedido se beneficia de esta medida pero, realmente, las indemnizaciones se pactan por el neto (por el "limpio" como los futbolistas) por lo que el trabajador recibe el mismo dinero que antes y el empleador se ahorra los costes de la tributación de ese despido: el beneficiario real es el empresario, que ahora puede despedir más barato.





            La segunda pregunta (¿cuánto nos cuesta?) tiene también dos "caras": por un lado consiste en saber cuánto cuesta y por otro lado saber quién paga (de ahí el uso del reflexivo "nos" que atribuye a un sujeto el coste de la decisión). Es común en el ámbito de las decisiones públicas que el beneficiario y el costeador de la decisión no coincidan, sin que por ello haya que tirarse de los pelos: cada año hago la siguiente pregunta en clase: ¿estariáis dispuestos a soltar algo de vuestro dinero para atender a los niños huérfanos con sindrome de Down que hay en España? y nadie me ha respondido que no. Esta pregunta es tramposa porque oculta la cantidad (el cuánto cuesta) y se centra en saber quién paga (el alumno) y quién se beneficia (el huérfano con sindrome de Down) pero resulta satisfactoria para romper la idea neoliberal de que sólo debemos pagar impuestos por los servicios que recibimos del Estado. 



          Otra cosa es que hubiera preguntado si estaban dispuestos a pagar para que el BSCH no quiebre o para que un ministro cobre una pensión vitalicia. Y si tuviera delante un catalán podría realizar la misma prueba preguntando en primer lugar si está dispuesto a poner algo de su dinero para crear un centro para discapacitados en Extremadura y en segundo lugar si está dispuesto a poner algo de su dinero para, esta vez, construir una pista de hielo en el centro de Don Benito. Apostaría a que las contestaciones del tipo "sí a la primera y no a la segunda" serían, de lejos, las más abundantes, y que el número de negativas a la primera se contarían con los dedos de una oreja. 



         Para contestar esta segunda pregunta dedicamos una parte de la asignatura a aprender a echar bien las cuentas (análisis coste-beneficio) para saber lo que realmente cuestan las cosas y los beneficios que se obtienen y otra parte para examinar las diferentes transferencias de renta que se producen vertical u horizontalmente entre personas o colectivos(**), es decir, a "hacer el mapa" de quién paga y quién se beneficia. Decimos que las transferencias son verticales cuando paga "el de arriba" y se beneficia "el de abajo" (o ¡ay! a veces es al revés) y decimos que son horizontales cuando el beneficiario y el costeador están al mismo nivel.





           Resolver estas dos preguntitas nos llevaría toda la vida, pero procuramos aprender algo a lo largo de todo un curso académico (asignatura todavía anual). A algunos les lleva un par de tardes. Otros llevan casi ocho años gobernando y todavía no han pasado de la primera idea (el beneficiario aparente). Algo debe tener que ver con la propensión de las democracias occidentales a poner al más tonto a gobernar. 



         (*) ¿Debe, por tanto, no llevarse a cabo la ampliación del metro? El propio Stiglitz da la solución: la obra deberá acometerse pero financiada por quién realmente se beneficia de la ampliación.         


         (**) Hay gente que piensa que las transferencias sólo se producen entre individuos y niega, por tanto, la validez de los argumentos de transferencias "territoriales". Resulta reconfortante que las eminencias académicas (sean del signo que sean) siempre enfoquen el problema como una transferencia de rentas entre individuos y grupos de individuos (los catalanes, las mujeres, los dependientes, el cine...) y no sólo entre individuos, porque, evidentemente, las decisiones públicas se hacen teniendo en cuenta los colectivos y no sólo las personas, sin perjuicio de que al final se derrame "la pasta" o "la dolorosa" sobre las cabecitas de los individuos.

sábado, 5 de marzo de 2011

Sopa de Ganso

          Comparto la opinión del Partido Popular respecto de las últimas políticas gubernamentales de ahorro(*): son políticas marxistas. Lo que no alcanzo a ver es exactamente a que rama pertenecen: no creo que sean “grouchistas” porque no me parece que tengan la altura intelectual de esa escuela, tampoco creo que vengan de “Chico”, las veo faltas de picardía... ¡Ah! ¡Ya sé!, sin duda vienen de la escuela de Zeppo, el más ignorado de los hermanos: el galán insulso que, precisamente, comparte inicial artística con nuestro gran líder: la Z. Incluso el nombre de la corriente suena bien: zepporra... ¡Hasta el mismo Rubalcaba la suscribiría!

           En España todas las políticas serias se improvisan: la política económica, la social, la educativa... La energética no podía ser menos. Por el contrario las políticas “menos serias” se meditan y meditan: las corridas de toros, las selecciones nacionales, el fumeteo, los preámbulos de las normas... Es nuestro carácter nacional.


           ZP ha sido un gran administrador de la herencia de la “aznaridad”(**): un modelo económico, político, social, energético insostenible, que él se ha encargado de cuidar y amamantar hasta que ha explotado. Todavía recuerdo los debates de la primera legislatura en la que los diputados, un poco más a la izquierda de Zapatero, le conminaban a que eligiera entre AVE y mercancías o entre AVE y cercanías. La respuesta era siempre la misma: “Ustedes son mezquinos, nuestro Gobierno quiere las dos cosas, es ambicioso en las infraestructuras: queremos AVE, cercanías, autovías, aeropuertos, puertos...”. Mientras, el españolito de pie, aplaudía con las orejas. Era la época que yo denomino del “tutto bonito” cuyo espíritu corrompió hasta a mi familia más cercana. Pocos (Iñaki, tan autocomplaciente, diría que nadie) dijimos que ese “querer todo” era falta de criterio y exceso de conservadurismo: la falta de criterio de los niños malcriados que van al kiosko a comprar todo tipo de chuches sin renunciar a nada, el conservadurismo de esos mismos niños que creen que el bolsillo de su padre es infinito y eterno... ¡En fin, de esos polvos, estos lodos!



            Tienes razón, Cospe: son políticas marxistas... Lo que no tengo claro es si al menos sirven para algo, o si sería mejor optar por otras que también son marxistas: de la escuela de Harpo, claro está(***).



(*) Dejo al margen el sistema de “factoring inverso” de la factura eléctrica de los Entes Locales, que, viniendo de quién viene, hay que mirar con lupa, por los “lobbies” a los que siempre favorece el miembro más peligroso del Gobierno.

(**) Es la tesis que sostiene Juan Francisco Martín Seco en su artículo “La economía española en el laberinto” (Le Monde Diplomatique, febrero, 2011): “el nuevo Gobierno no sólo no denunció los fallos existentes en el modelo seguido, sino que incluso asumió la misma política económica que hasta ese momento había realizado el PP. De modo que, en la actualidad, aparece ante la opinión pública como el único culpable de las dificultades económicas, mientras que el PP se permite comparar la dramática situación presente, con su etapa de bonanza”,

(***) Que es la del PP en asuntos energéticos: el silencio absoluto, sólo roto con los “bocinazos” de la energía nuclear, la más cara, peligrosa y antirrentable de todas. La pena es que la bocina se ha convertido en el “canto de sirena” con el que ha llevado a las rocas del acantilado al PSOE y a los sindicatos.

jueves, 3 de marzo de 2011

Gaudeamus igitur

          Otra cosilla "urgente": hoy es jueves y esta mañana he examinado del primer parcial de la asignatura:

           Entre los agoreros que desde tiempos de Cicerón vienen advirtiendo que la juventud no tiene arreglo, hay dos ideas que deberíamos destacar: 

            Los jóvenes, la juventud, no son producto natural sino un producto social, fabricado a partir de ciertos "insumos" incorporados al proceso productivo: no aparecen inesperadamente, como un terremoto o un nubarrón, ni proceden del espacio exterior: los hemos creado nosotros, es decir la sociedad. Si son buenos o malos dependerá, en definitiva, de la mano del artista que les dio forma. 

             En segundo lugar es frecuente achacar a los jóvenes una falta de valores (aparte de falta de conocimientos, disciplina... y hasta mal gusto estético). Esto tampoco es cierto: los jóvenes de hoy en día tienen exactamente los mismos valores que los de hace varias generaciones, valores que, por cierto, son comunes a todo el Género Humano. 

           ¿Cuáles son esos valores? Todo Ser Humano quiere alcanzar el reconocimiento social. En eso conoceréis, mis discípulos, que los humanos son, ante todo y por encima de todo, seres sociales. El problema no estriba tampoco en cómo se alcanza ese reconocimiento social, ni en qué consiste ese reconocimiento social, sino que el intríngulis está en conocer a quiénes presta la sociedad reconocimiento. 

            Sabemos "en qué" consiste el reconocimiento social: en todas las sociedades está o ha estado formado por dos cosas: los honores y las riquezas. El "cómo" también es invariable: consiste en realizar hazañas que nos igualen con las personas a quiénes la sociedad considera. Pero lo que sí han variado son los referentes, las personas a las que la sociedad pone como ejemplo de lo que deberíamos ser, y las pone como ejemplo, no en los púlpitos o los libros de texto, sino recompensándolas con, repito, honores y riquezas. 

          Adam Smith advertía en contra de la temeridad de los jóvenes a la hora de alistarse en el ejército o la marina con el fin de obtener reconocimiento. En las emigraciones y junto con la idea fundamental de necesidad (marcharse para sobrevivir) convivía la idea de obtener riquezas con las que regresar y conseguir el reconocimiento de la sociedad que los abandonó (buena muestra son las "casas de indianos"). De pequeño una buena parte de mis compañeros querían ser astronautas; las niñas por su parte jugaban a ser médicas, enfermeras o maestras: creían, ingenuamente, que la sociedad reconocía a las personas que cuidaban de ella... 

           Siendo los humanos "monos de imitación" la cuestión es saber cuál es el mono al que imitar, es decir, qué tenemos en el escaparate social, en el candelero (¿o era el candelabro?). En ese escaparate, a lo largo de la Historia y dependiendo de la moda de temporada, hemos visto una iglesia, un cuartel, una universidad y, actualmente, lo que vemos es un zoológico. Y no son los jóvenes los escaparatistas, a no ser que incluyamos también a sesentonas que se consideran "jóvenes de espíritu", ¿verdad, Señora Milá?

miércoles, 2 de marzo de 2011

110

          Lo urgente manda, lo demás tendrá que esperar. El análisis serio lo tenéis aquí: oilcrash. El "unconventional"(*), a continuación:

          De todos los chistes, chascarrillos y chanzas que se han hecho sobre el asunto, me quedo con el que el lunes escuche de vuelta de Madrid en el programa “Asuntos Propios” de Radio Nacional (quizá el único programa que merece escucharse en la radio convencional): “de lo que se trata es de igualar el límite de velocidad en autovías con la edad de jubilación”.

         Bromas aparte, me resisto a criticar cualquier medida que dinamite el sistema capitalista de transporte individual; si mañana deciden poner pinchos en la carretera no seré yo el que me oponga; todo vale con tal de frenar la orgía de excesos y destrucción que acarrea ese dios del que ya he escrito en otros posts: el motor de explosión.

            Lo que llama la atención es el medio empleado y sobretodo la improvisación: suelo decir que el que manda tiene dos formas, aparte de la propaganda, de hacerse obedecer: la cartera y la metralleta. Dejando a un lado la segunda (pero no demasiado lejos por si acaso) lo normal es recurrir a sablear la primera: y suele dar resultado: no me cabe duda de que, con la gasolina a tres euros litro, la gente usa menos el coche y va más despacio, aunque, sin duda, se pierdan más votos(**).

          Comentábamos hace unos días en casa la importancia jurídica del turismo y el carnet de conducir, en comparación con otros bienes jurídicos protegidos: Los servicios sociales (órganos administrativos) pueden retirar la tutela de un menor desasistido. En determinados casos, los órganos judiciales civiles pueden retirarte la patria potestad, e incluso se puede iniciar un proceso de acogimiento y posterior adopción que conllevará la pérdida de un hijo definitiva: a efectos jurídicos ese hijo dejará de ser tuyo y pasará a ser de otra persona: irremisible e irrevocablemente.

           Por el contrario no hay poder en la tierra que te pueda separar de tu coche: la privación temporal del carné de conducir puede hacerse por un órgano administrativo (pérdida de puntos) , pero la privación por un periodo de tiempo más largo requiere sentencia judicial del orden penal. Por supuesto no hay nada parecido a una “cadena perpetua” sin carné de conducir. Y de la incautación del vehículo no hablemos: tema tabú.

           En definitiva, los padres que desatienden a su hijo pueden perderlo para siempre. El que, con las condiciones físicas adecuadas, desatiende las normas de circulación jamás perderá coche y carné para siempre.

           Se puede alegar que esto demuestra que para el legislador es más importante la atención de un menor que la de un conductor (que, por cierto, puede llevarse varias vidas por delante). Pero también puede pensarse que el automóvil ha sido el verdadero motor del desarrollo del capitalismo en el siglo XX (Sweezy dixit) y su clientela debe ser protegida a toda costa.

(*) Así se anuncia la mejor revista que se puede encontrar hoy en el mercado norteamericano: The Nation: "Unconventional Wisdom Since 1865"
(**) ¿Y si el problema no fuera el ahorro sino el desabastecimiento? Pese lo que le pese a los defensores del mercado, el mercado de la gasolina no es como el de los yogures: si se acaban en el mercadona podemos ir al alimerka. No todo está ya comprometido y, si algo falla (Libia) te quedas sin ello. Cuando se restablezca el suministro, la gasolina no se refina de inmediato, ni los petroleros se “pintan” para llenar los depósitos.
Los políticos actúan como gestores de un parque de atracciones: aunque se haya caído un tornillo de la noria, el espectáculo debe continuar. Y nosotros nos comportamos como usuarios del parque: si nos dicen la verdad, corremos a las gasolineras y el desabastecimiento es inmediato.