"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

martes, 14 de junio de 2011

Deja vù


           Sensación de “deja vù” permanente. Sensación que deberíamos tener todos si no fuera porque, en este país, la Historia es “esa gran desconocida”(*): llueven críticas y abucheos a Izquierda Unida desde al aparato político-mediático-policial por su conducta de “laissez faire laissez passer” en la constitución de los Ayuntamientos y ya veremos si también en la Junta de Extremadura. “¡Están apoyando a la derecha!” braman desde las filas del PSOE, como si ellos no fueran también la derecha. "Vuelve la pinza de Anguita... ¡A Cayo Lara vas...!" La conducta de chivatillo escolar les imprime carácter para toda la vida.

              Bueno, pues esto ya lo hemos visto: tratar de implicar a la izquierda en las miserias de las guerras entre bandas "latinkings" o "ñetas" de la derecha y la burguesía ya lo tenemos muy visto(**): retrocedamos a los inicios de la Primera Guerra Mundial: la izquierda dividida: una parte apoyando los gobiernos imperialistas y burgueses ingleses y franceses en su lucha contra Alemania, porque, siendo parecidos, por lo menos, los primeros parecían más razonables. Otra parte de la izquierda, la que tenía valores, se negó a participar en la chanza: y no sólo fueron los comunistas... Gente como Bertrand Russell (noble inglés, nada sospechoso ni siquiera de ser de izquierdas), recoge en sus memorias como la policía le abrió la cabeza en una de las reuniones que convocaba en las iglesias en oposición a la guerra y como acabó con sus huesos en la cárcel. Más gente sabe cómo a Lenin, por su oposición a la guerra, que acabaría en el armisticio con Alemania en cuanto los Soviets tomaron el poder en Rusia, se le acusó de agente alemán, de estar pagado con “el oro de Berlín” y nosécuantas otras barbaridades a cuenta del tren blindado que, con salvoconducto, le trasladó a la capital teutona para las negociaciones de paz.
          El tiempo ha pasado, pero los principios son los mismos: todo el mundo reconoce hoy lo absurdo de esa guerra.

          Y todo esto, por supuesto, sin prestar atención a los detalles: en los municipios pequeños y medianos se vota a las personas: si IU se pone de perfil será por algo: aquí, al lado del “pueblín”, hay un municipio cuyo alcalde, del PSOE, falleció en el pasado mandato: lo normal es que le hubiera sucedido alguien con ascendencia en el pueblo, pero a la segunda de a bordo se le antojó ser ella misma la alcaldesa: consiguió encabezar la lista y entre querellas internas, perdió las elecciones: ahora pretendía  con los apoyos de Izquierda Unida lograr lo que no fue capaz en las urnas... En fin...

           Será que como tengo cinco dioptrías en cada ojo, no distingo con nitidez lo que hay al otro lado del río. Veo algo, como árboles que se mueven, y quizá, alguna diferencia de matiz, alguno más arrimado al agua... Ahora, de ahí a decir que son de izquierdas... ¡No hombre no! En la orilla izquierda es dónde estoy yo y, desde luego, de este lado no los veo. Pero de todas formas que me lo aclaren los de Izquierda Unida, por si en las siguientes elecciones tengo que ir pensando en buscar otra papeleta.
 


(*)Como estará de mal el asunto que baja la venta de libros de historia y suben la ventas de la llamada “novela histórica”: para que luego digan que los que manipulan la Historia son los nacionalistas. Si ya lo hacemos nosotros de propio intento.
(**) Es una variante del chiste que llevo contando durante años: al final entre la mierda y la basura se acaba votando a la basura, porque por lo menos, la basura no huele tan mal. Cada uno que ponga en las bolsas correspondientes la etiqueta que quiera.

viernes, 10 de junio de 2011

F.S.W.

            Lo siento. Llevo días intentando apartarlo de mi mente, pero no puedo. Es superior a mis fuerzas. Al final tendré que hacer el post sobre esto y exorcizar mis demonios universitarios: la foto es digna de verse. En fin, por ser fin de semana, haré un comentario "light", contaré una anécdota.

            Querido Profesor, me gustaría empezar diciendo "querido maestro", pero es superior a mis fuerzas, "no puedor, no puedor". Bueno, con profesor vas que chutas: Resulta que estaba un día con un grupo de unos cuantos alumnos (creo que era la revisión del primer parcial) y no sé cómo sale a relucir tu figura y me cuentan: "pues hay muchos alumnos de esta facultad que le votamos para que se marchara de esta Universidad". Y entonces lo comprendí todo: había sido un pardillo... porque recuerdo cuando, en alguna clase, explicaba que si de verdad querían votar a la persona (eran las elecciones europeas), que, por lo menos votaran al dramaturgo más conocido fuera de nuestras fronteras... recuerdo que entonces una alumna me dijo "di lo que quieras, yo pienso votar a Sosa"... Ahora lo comprendo y también comprendo su sonrisa... Lo que quería era verlo lejos... todos querían verlo lejos, especialmente las alumnas (es de comprender...). Bueno, Bruselas está bien...

             Pues, nada, Paco, sigue así. Emulando a los grandes oradores que en el mundo han sido: recuerdo que había un tal Vicente González Lizondo, de Unión Valenciana, que ya en 1.989 plantó una naranja en la tribuna de oradores del Congreso de Diputados. ¡Tú es que eres muy joven, e igual no te acuerdas! Pero yo, que soy como el Doctor Who, estoy aquí para recordarte que, ni en eso, eres original

jueves, 9 de junio de 2011

INTECO

            Pi, pi, piiiiiiiiiii, pi, pi, piiiiiii.... ¡Follón en el pueblín!, ¡Follón en el pueblín!... ¡Estalló la bomba informativa!: El INTECO(*), el faro vigilante de la seguridad y confianza informática "ejpañola", "jaqueao", ¡tacatán, tacatán, tacatán...! El Coloso en llamas.

          Se veía venir: Una institución más, creada para aparentar y "apesebrear", colocada sobre los cimientos más vulnerables, diseñada y ejecutada por los dos primeros cerditos del cuento, no podía resistir los soplidos del primer lobo que pasara por el páramo... ¡En fin! Pero la estructura herrumbrosa y quemada resiste: no en vano se creó para tener ocupados a algunos funcionarios por arriba (algún bello durmiente, esperando que la Princesa Soraya cuando gane el PP, le despierte con un beso) y dar a comer del presupuesto público a unas empresillas del tipo de las de Hank, sólo que éstas, en vez de poner "canutos" en las infraestructuras locales, los utilizan para hacer una O con ellos: eso sí, con el paintbrush, como dios manda.

            Son cosas que pasan, desde luego, en un sector, el informático donde, a diferencia de la Policía, los mejores criminales no están a sueldo del Estado: al final te pueden. Lo realmente divertido es ver las reacciones, las caras de miedo, las frases hechas, las ideas preconcebidas... Dentro de una semana todo olvidado y de nuevo a pastar.

            Tardaron  un par de días en colgar el Sambenito y otro par más en autojustificarse. En la primera parte del ciclo el Gobernador Civil de Castilla y León (lo siento, viendo al personaje, no me sale la denominación de Delegado del Gobierno) culpó del ataque a todas los patógenos de la red: hackers, pederastas... y veladamente "a los del 15-M". Faltó tiempo para que los digitales cazurrines pagados con dinero de la construcción y defensores acérrrimos de la pandilla que gobierna esta ciudad señalaran con el dedo a #spanishrevolution. ¿Las pruebas? El comunicado de los asaltantes diciendo que están hartos de los políticos y que éstos no han entendido nada: ¡ya está! ¿Critican a los políticos, no? ¡Son los mismos! Al día siguiente, El Diario de León (8/6/2011 edición en papel) llevaba a portada la misma acusación... ¡A joderse! O a montar los cañones de iones (y no digo más y lo digo todo).... Menos mal que no son del PP: si no los acusan también de ser de ETA.

              En la segunda parte de la semana laboral, el jueves, el INTECO decidió por fin dar su versión oficial de los hechos: y... pasménse todos: justificar su existencia basándose precisamente en sucesos como los ocurridos el domingo: la prueba de que se necesita una institución para la seguridad informática es que precisamente esa institución ha sido asaltada. El razonamiento no carece de lógica: si han robado hasta los calzoncillos al policía, debe ser cierto que hay una gran inseguridad ciudadana. Deben ser cinéfilos como yo: habrán visto "El Bronx, distrito apache" y se piensan que son cómo aquella comisaría en medio de un "tsunami" de delincuencia, sólo que en términos virtuales. Lo que ya tengo mis dudas es si los "quinquis" están dentro o fuera, sobretodo si se dedican a tirar a los inocentes del 15M por la azotea. "Of Course", en esta comisaría no dimite ni dios, faltaría más: si acaso habrá que aumentar la plantilla porque aumenta el trabajo: ahora tienen que cuidar de sí mismos. A mi más que a Paul Newman me recuerdan a la parábola del "médico, cúrate a tí mismo".
 
           Como son tan espabilaos estos informáticos con pesebre creo que andan tras una nueva pista: todos estos hackers se presentan con la mascarita de un tal Guy Fawkes, el católico que quiso volar el Parlamento... ya está claro... ¡Han sido los jesuitas!



(*) "Los ministerios/ cumplen muy bien su papel/ jamás te servirán de nada./ Las jerarquías/ dan cobijo al más cabrón/ nunca infravalores su fachada" La canción de Disidencia es la mejor definición de este Instituto de Tecnología y Conocimiento

miércoles, 8 de junio de 2011

Copago


            Por más visto que tengamos el truco, sus resultados siguen sorprendiendo a propios y ajenos. El poder de la propaganda, que convierte "mal en bien, tocino en velocidad"(*), convierte también a la víctima en verdugo. Al igual que la mujer maltratada cree que algo ha hecho para que la peguen, los corderitos de este rebaño se creen (les hacen creer, más bien) que ellos son los culpables de la crisis: no el capitalismo y su tendencia estructural al desastre, no el poder financiero, no los políticos sicarios del poder económico... No, no: en la nómina de culpables están los pensionistas, las amas de casa, los estudiantes, los mil euristas que viven de prestado y, ahora, finalmente, hasta los enfermos.

           Si se dice que vivíamos endeudados la culpa no es del capitalismo financiero que creó una burbuja financiera que colocaba dinero fácil en cualquier "risky business" , sino que la culpa la tiene aquél pringao que quería unas vacaciones en el Caribe y que las pagó a crédito, o en la Administración que decidió dar libros de texto gratis no teniendo para ello. Si se habla de que vivíamos por encima de nuestras posibilidades la culpa no es de los millones pagados para adquirir medios de comunicación, futbolistas, o para construir torres como las de Madrid... No, no: la culpa es de la viejecita que se le ha ocurrido irse a teñir las canas, o de aquél otro que se gastó no sé cuanto en una nueva dentadura postiza, si total ya no va a tener vida para amortizarla, por no hablar del currante que depués de 60 horas de trabajo limpiando pescado decide salir un par de horas con los amigotes a tomar unas cañas al bar... ¡Qué derroche! Si, finalmente, se comenta que es la avaricia ("greed") lo que acabó con la fiesta, no estamos hablando del 3%, las comisiones, el 10% de los Bonos Lehmann-Brothers, las SICAVS o la rentabilidad de la Banca Privada, las razzias de los "hedge funds". ¡No, hombre, no! El problema es que los pensionistas y funcionarios se habían vuelto codiciosos y querían que se les subiera el sueldo o pensión lo que sube la vida ¡Qué desfachatez! Si quieren subida será por su "productividad" que, ya se sabe, en ambos casos, es cero.

            La última "pildorita" la tenemos en forma de amenaza de “copago” en la Sanidad. Da igual que lleve años Vincenç Navarro explicando verdades como puños; basta que diga algo algún dúo cómico cuyos miembros ejercen como tertulianos o que hable un político putero para que el debate “se ponga sobre la mesa”: El gasto sanitario en España es insostenible da igual que las cifras que aporta el Profesor Navarro demuestren que en términos de PIB nuestro gasto sanitario está a la cola de la Europa de los quince (y seguramente de la de los trescientos también). 
  
           En España se gasta mucho en medicamentos: la culpa la tienen los viejecitos que trapichean con pastillas. Nada se dice del negocio de las multinacionales farmacéuticas ni de que el medicamento es la alternativa “de salud” más barata que existe: la otra, la buena consiste en aumentar el número de médicos, que dediquen más tiempo a sus pacientes, conozcan mejor sus patologías, les hagan un buen seguimiento del tratamiento… Todo esto es mucho más caro; es mejor decir en dos minutos que tienen insuficiencia urinaria y arrearles una receta del “sintrón”. Especialmente interesante el documental “de la dos” emitido el otro día que alertaba del excesivo coste que suponen las enfermedades mentales: total, nada que no pueda solucionarse a base de pastillas y un buen “electroshock”. Por si todo esto fuera poco ¡Rusia es culpable!, según el lema que se escucha actualmente en el “candelabro” mediático: sustitúyase Rusia por autonomías y ya tenemos al asesino: todo se gestiona peor, es más caro, más ineficiente si se hace por una Comunidad Autónoma, la causa de que este país se disuelva en lo político, lo económico y lo militar. Muy bueno el chiste de que gracias a las Autonomías la Sanidad se multiplica por diecisiete: es lo mismo que yo pienso cada vez que llevo al crío al pediatra: a qué viene diecisiete pediatras metidos en la misma consulta, cuando con uno o un par de ellos a lo sumo sería suficiente.

             Sí, amiguitos, la Sanidad es cara “de por sí”, no porque se abuse de ella. Pero puestos a criminalizar a las víctimas, adoptemos el sistema de “copago”. Y como siempre que llegamos a este problema planteo en clase cómo gestionar el sistema: porque el nombre ya lo tenemos, “copago”, suena bien, una especie de coito mercenario, o de irse de copas “a patxas” como se prefiera, pero… ¿Cómo lo hacemos?, ¿quién pone la cama y todo lo demás?

            Bueno, bueno… varias soluciones, a discutir en clase: el problema primordial es lo que los economistas finos no sé como denominan, pero que, en mi pueblo se diría que es el problema del collar y del perro: ¡A ver si nos va a costar más el collar que el perro!

             En mi opinión el sistema de más fácil gestión del copago es el de poner en las puertas de las consultas del doctor, manillas de esas que hay en los váteres de la estación: se mete una moneda, se gira el pomo y la puerta se abre y ya pasas al despacho del médico. Lo que no sé es por qué esta propuesta no goza de gran aceptación.

            El sistema, al parecer más extendido, es el que siguen ciertas compañías aseguradoras: te venden unos talonarios de tickets que luego vas entregando en cada acto médico. Eso y sus variantes (monedero electrónico, tarjeta sanitaria prepago) ya conllevan un coste de gestión que será o no superior al ingreso que se obtenga en función de lo que se pida por acto médico(*). En cualquier caso dirán, da igual, lo importante es el consumo excesivo que se modera, pero, ya que nos ponemos, empezar palmando dinero… ¡pues no sé! Hay que tener en cuenta los costes del “prepagamento” para el paciente, la custodia de los tickets especialmente delicada en el caso de enfermos de Alzheimer (por hacer un poco de humor negro), la necesidad de llevarlos siempre contigo, pues nunca sabes cuándo ni dónde te va a dar el jamacuco…

        Bueno, pues vamos a otra vía: pongamos cajeras en los hospitales y consultorios: bien a la entrada,  bien a la salida, como en la cafeterías de El Corte Inglés. Esto es algo más barato, pero existe el problema de que si llega alguien desangrándose y sin “cash” deberíamos dejarlo morir a la puerta del sanatorio. Voy a ver si tengo a mano el móvil de Michael Moore para avisarle, porque aquí va a poder rodar escenas que harán parecer  la pierna de Sicko un adorno de Navidad.

        Vale, pues nada, cobramos a la salida: y al que no tenga o no quiera pagar le tomamos los datos y lo mandamos “a ejecutiva”: y ahí tenemos a la Agencia Tributaria dispuesta a cobrar uno, dos o tres euros: providencia de apremio, diligencia de embargo… Lo dicho un pan con unas hostias.

          Vamos, que no hay manera de implantar eso del copago. No si ya lo decía Stiglitz en su manual sobre el Sector Público: es más caro implantar el sistema, que el ahorro de costes que supone: porque esto del sobreconsumo…  Sin ir más lejos, al precio que está la gasolina, asombra la cantidad de “canis” y “chonis” que todavía salen “de paseo” a enseñar el Seat León tuneado… 

          Me da que el consumo excesivo no se corrige tan fácilmente: hay que subir el listón más alto, más, más arriba… ¡Ahí! Donde la gente no lo pueda ya pagar: ese el mejor precio para evitar que las cosas se derrochen.

(*) “Unas buenas inversiones en campañas de publicidad/ convierten mal en bien/ y tocino en velocidad. Estamos en manos de unos cuantos miserables/ lo que quieren que vistas/ lo que quieren que hables”. Gracias, Reincidentes.
(**) Pero pueden servir de referencia los carteles que en las mercerías anuncian que para ventas inferiores a tres euros no se admite el pago con tarjeta.

lunes, 6 de junio de 2011

Los Tres Caballeros


            Gana Humala. En España su victoria pasa desapercibida, empañada por el enésimo triunfo de Nadal en París. ¡Cuánto le debemos al deporte, sobretodo en este país!¡Cuántas revueltas y derramamientos de sangre se han evitado al coste de inclinar la cerviz ante lo accesorio! De Perú los españolitos más finos conocen el ceviche... los demás ni eso.

            Dura campaña, cuyos ecos distorsionados han llegado hasta aquí: ímprobos esfuerzos de las "barras bravas mediáticas del neoliberalismo" por hacernos ver que Ollanta no es más que otro Chávez, Castro o Morales, que,  para ellos, igual da (*). Lástima de que, en el último momento se descolgara Vargas Llosa, para pedir el voto al líder "nacionalista" antes que ver de nuevo gobernando Perú a una banda  de criminales. A los del grupo PRISA les pilló por la espalda, pues tienen al Premio Nobel en nómina. Los demás no sabían qué decir: al final resulta que al pobre Mario le pudo el rencor contra Fujimori frente a su sentido de estado y responsabilidad.

          A toro pasado sólo quedan las descalificaciones: Francino preocupado de si no estaremos ante un nuevo Hugo, maldición que en América del Sur se extiende como la peste. En sus tertulias, los "progres" de aquí enseñan lo que es un izquierdista "bueno" (Lula) y lo que es un izquierdista "malo" (Chávez), o, incluso muy malo (Castro). De Cristina no dicen nada: el odio es personal; les chafó sus sucios negocios en Argentina, pero por otro lado "canta" demasiado que la comparen con Fidel o Evo: para ella simplemente desprecio: es una corrupta, una potra desbocada, ya lo decían los cables de "güikiliks". Para las tertulias "fachas" (la inmensa mayoría de las de este país), no hay distingos: todos esos líderes americanos son fusilables o, en su versión más moderada golpeables. Y si algún "curilla" quiere ponerse del lado de revolucionarios como Zelaya  (recomiendo vivamente la entrevista a Monseñor Santos (obispo nada menos) en Honduras, emitida por el único informativo serio  de este Estado "más voces" el pasado viernes), también habrá balasera para ellos. "Progres" y "fachas" amenazan: Keiko era la candidata de los mercados, ¡Vaya sorpresa! Si ya sabemos que todos los gangsters del mundo forman una gran "famiglia".

            Lo más gracioso es que estas payasadas de la Madre Patria no llegarán nunca a "reirlas" los propios interesados: América del Sur está demasiado lejos de España. A estos "sudacas" además los españolitos los miramos por encima del hombro, como razas y pueblos subdesarrollados: el "porquénotecallas" no es más que la síntesis de cómo vemos desde nuestro país a esos pueblos a los que saqueamos, violamos, exterminamos y finalmente despreciamos.
 
          En mis recientes quehaceres comentaban los "altos lacayos" de las empresas multinacionales españolas la pena que da ver cómo, con la de paro cualificado que hay en España, nadie quiera trabajar (para ellos se sobreentiende) en "Hispanoamérica": ofrecen buenos sueldos, aún mejores porque en esos países se come por nada y no se pagan impuestos, trabajo estable, no hay problema con los idiomas... Además, dicen, el español allí está bien considerado, porque, al respectivo, está más formado(**), es más disciplinado y trabajador que el indígena. ¡Y ni aún así se cubren esas vacantes! Desprecio, cuándo no desconocimiento absoluto de las oportunidades de conquista que ofrece el cono sur: y en su lugar todos deseando ir a hacer un Master en USA, a darle al "inglispitinglis", aunque sea para acabar vendiendo supositorios en un "boots".

            Y en eso coincido con esos "mandamases": el desprecio de este país hacia América del Sur es soberbio, rayando en lo delictivo. La gente de aquí no sabe nada de ese subcontinente, ni qué Estados lo forman, ni quiénes los gobiernan: a los españolitos les suena igual un peruano que un boliviano que un venezolano: todos acaban en "ano", que es precisamente, después de la polla, el órgano  más empleado para pensar  "aquí en Madrid", quiero decir, en este país.

            Llevo años señalando que la América no yanqui es actualmente la bandera de lo que será la izquierda y el progreso en los próximos siglos: los modelos de gobierno que allí se intentan, con mejor o peor fortuna, nos dan ciento y raya a los europeos (y especialmente a los celtibéricos). Han sabido desarrollar una verdadera izquierda muy distinta de la caduca y corrupta socialdemocracia que padecemos en estos lares. 

          Ni siquiera los congregados en la Puerta del Sol me hacen cambiar de opinión: creo que el futuro de la democracia real está allá, no aquí. Por eso sigo mirando a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia... También a Brasil, Argentina y Uruguay (creo que hacen lo que pueden y lo que les dejan). Y ahora, uno más:  Perú... Y en el 2.012...¡A por México!

(*) No sé a qué, además gastan aquí tantos esfuerzos: si nosotros no votamos en sus países: y si lo hiciéramos el resultado está claro: Uribe "dusspuá", Chávez "al paredón". ¡Qué bien adoctrinados nos tienen!
(**) Escuchaba por casualidad una conversación en un autobús de la EMT. Una venezolana comentaba a una amiga cómo en su país el tener estudios universitarios se consideraba una subida en el "estatus" social, porque sólo están al alcance de una minoría  y cómo muchos padres se esforzaban con todo lo que tenían en mandar a sus hijos a la Universidad. ¿Les suena la canción?

miércoles, 1 de junio de 2011

Pepino


           “¿Qué culpa tiene el tomate?,
           que está tranquilo en su mata,
           y viene un hijo de puta,
           y lo mete en una lata,
           y lo manda pa’ Caracas...”

           Pues el tomate, o el pepino, ninguna. Y da igual que sea español o chechenio... El que tiene la culpa es nuestro sistema insostenible de producción y distribución alimentaria. Lo que se echa al “ganao” (de dos patas) es fruto de una serie de industrias (la agroalimentaria, la logística...) en la que no sólo se produce mierda, sino que además la mierda es paseada por medio mundo. Pero es la única alternativa conocida para evitar que el hambre alcance también al primer mundo o que, alternativamente, nuestra comida de todos los días sea el cocido. Hay que elegir entre lo malo y lo peor.

             Comemos lo que se ha producido en la otra punta del mapa, porque allí es más barato (Almería), o se produce con mano de obra esclava (Almería again), bebemos leche que se ordeñó de las tetas de una vaca hace dos o tres meses y que luego ha sido comprimida, deshidratada, vuelta a hidratar... Como anécdota personal recuerdo la disputa que teníamos hace años con el tipo de tributación en IVA de las ventas de talco que las canteras de aquí suministraban a las empresas aceiteras (de reconocido prestigio) para producir aceite de oliva (¿cómo coños combina el talco con el aceite?): ¿debía el talco de tributar como un producto alimentario?... Y, si es imposible que una camisa en una maleta que soporta un viaje de cuatro horas llegue a su destino sin arrugarse,  más tarde o más temprano esto peta... en forma de crisis sanitaria.

        E interviene aquí la segunda parte de nuestro brillante sistema: el político. Que, de nuevo, da igual que sea alemán, español o neozelandés. Tiene que hacer ver que se está trabajando en ello. Y la mejor manera de parecer activo es darle a la lengua, crear alarmas, gritar, agitarse como un pollo sin cabeza... Si la mierda cae al partido vecino o simplemente al vecino, da igual... de lo que se trata es de asegurar su poltrona el mayor tiempo posible sea en la CDU, el PSD o en Independientes por San Andrés del Rabanedo. Miente quién cree que eso en este país no lo hacemos: no sólo voy a pensar en un supuesto hipotético de unos tomates marroquíes sospechosos de algo, porque no hace falta: ya tenemos casos reales: el aceite de orujo de oliva de no sé que país del tercer mundo, el aceite de girasol ucraniano, las “T-bones” británicas  y por extensión de toda la Europa del Norte en el asunto de las vacas locas (aunque luego en España se sacrificaran más reses que en Irlanda, por ejemplo), la peste porcina en Alemania (ya contraatacan ellos con la peste porcina africana)... Y en esto no se repara en acusar a Estados fuertes o débiles:  nos hemos metido hasta con los chinos en diversas ocasiones, a veces, hasta con productos de chascarrillo, como aquellos famosos zapatos venenosos...

            Pero todo es flor de un día, el sistema no se cambia, las crisis se superan y los muertos se entierran: y a seguir comiendo variedad, y a ser posible que no sea de producción local: ya sabemos que las peras o manzanas “del país”(*) son, en la plaza, las más arrugadas y cutres que existen... nada que ver con las voluptuosas redondeces de lo que se ve en el “carrefur”.

            Lo que ya no todo el mundo sabe es por qué le ha tocado la china de la primera opción a desacreditar a las hortalizas españolas: no es casual. Se lleva años en tareas de zapa, lo que pasa es que, pendientes de la salud del Rey, de Bildu, del Barça o de la Campanario, dependiendo de la rama intelectual a la que pertenezcamos, se nos ha pasado la noticia de que el modo de producción “almeriense” ha sido objeto de análisis en los medios especializados extranjeros. No uno, sino dos botones, sirven de muestra:

             1.- El excelente documental austriaco, y por lo tanto hablado en alemán (¡ejem!), Nosotros alimentamos el mundo,  pone como ejemplo del sistema de producción agroalimentario insostenible el caso de los invernaderos de Almería. Este documental aquí (si se estrenó, que lo dudo) pasó desapercibido, pero en el área de los “kartoffensalat”, por su mayor conciencia ecológica, tuvo un éxito arrollador. Por cierto el documental es de 2.005, casi imposible de ver subtitulado en el idioma del imperio ni legal  ni ilegalmente... ¡Total! Si aquí ya tenemos a Torrente.

               2.- El más reciente artículo de “The Guardian” sobre nuestros “invernaderos de sangre” el 7 de febrero de 2.011, artículo del que creo haber hablado algo en otro post. El problema es que “The Guardianin Spain sólo lo leemos tres o cuatro gilis (cuando lo pillamos a tres euros, edición internacional, en el VIPS), y su traducción sólo la leemos los tres o cuatro radicales antisistema asiduos a rebelión.org, por lo que para contentar a todos, pongo el enlace en inglés y en castellano. El problema mayor es que, precisamente “The Guardian” es el diario más influyente entre las élites de la Europa civilizada, es decir, la que empieza más arriba de los Pirineos.

            Con estas papeletas, con esta leyenda negra pero real, era evidente que, a la primera rifa, era probable que nos cayera el premio.  Si a esto le añadimos nuestro actual papel entre saco de arena y felpudo de la Unión Europea, las ganas de bajarnos los humos a los chulillos de la “championsligui”, la inoperancia de una gobierno “lost in traslation”, tenemos los factores de la tormenta, o crisis alimentaria perfecta.

             En resumidas cuentas, que durante una temporada no quieren pepinos españoles... No hay problema. Se cambia la etiqueta y a correr. Si quieren saber de dónde es ¡qué le pregunten al pepino! Desafío a mis lectores a que vayan al “super” y miren de dónde vienen los espárragos: todos de China, da igual que sean de la carretilla, o de la marca blanca de turno... Si acaso se envasan en Navarra pero eso es para pagar menos impuestos...

(*) Tenéis que ver cómo son de grandes las sandías de secano de mi pueblo.