"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

miércoles, 17 de febrero de 2010

Empezar la casa por el tejado... El euro

         La moneda, los impuestos y el ejército han sido los tres emblemas de la Soberanía de un Estado: primero un Estado se independizaba y una vez conseguida la unidad política se forjaba el nuevo ejército y la nueva moneda. Incluso hasta bastante tiempo después de haber conseguido la unidad un Estado no empezaba a acuñar su propia moneda, sino que subsistía la propia de cada territorio. Así sucedió en España, Francia, Imperio Germánico... Una visita al olvidado museo de la Casa de la Moneda en Madrid es bastante ilustrativa (además de gratuita). Tampoco está mal darse una vuelta por el Archivo de Indias de Sevilla para ver cómo el primer dólar se “inventó” en territorios que hoy forman pare de Estados Unidos pero que en aquel momento pertenecían a la Corona de España. Cosa distinta es que en diversos territorios circulara como moneda para las transacciones la acuñada en un territorio distinto, pero esto sucede hoy en día si uno viaja, por ejemplo a Rusia, con una maleta llena de dólares.

          Lo que la Unión Europea consiguió en los albores del siglo XXI fue “el mundo al revés”: sin unión política de los Estados, sin cohesión social,  sin apenas transferencias entre Estados, sin impuestos que vayan al mismo “saco”, sin instituciones verdaderamente democráticas...  en fin, sin tan siquiera rey ni ejército, embarcó media Unión en un viaje cuyas consecuencias en forma de de mareo empezamos a vislumbrar a ahora: impuso una moneda común, el euro, una moneda para dominarnos a todos.

    Lo que iba en contra de la Historia se ve ahora que también va en contra de la economía: imposibilidad de devaluar para recuperar competitividad, imposibilidad de animar la economía con gasto público ahora que el gasto y la inversión privada ni están ni se les espera, imposibilidad de “dar  a la máquina de hacer billetes”, imposibilidad de acudir al endeudamiento.... imposibilidad, en definitiva, de hacer cualquier política monetaria que ayude a salir de la crisis.

          Ahora es fácil criticar lo que en su momento fue un logro histórico(*). Yo también creo que fue un gran logro: pero no se hizo lo suficiente: además de una unión monetaria se tendría que haber logrado una unión política, una Europa “Social y democrática de Derecho” por copiar los términos que nuestra Constitución aplica al Reino de España. Los problemas, ahora, serían menos.

          (*) ¿Qué opinión merecen ahora mis amigos, los británicos, que han seguido con su vetusta libra?

1 comentario:

  1. En todo caso, todos sabemos que no se va a hacer. Así pues, ¿qué es lo mejor que podemos esperar? ¿Que la UE nos expulse del euro?

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