"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

jueves, 13 de mayo de 2010

Polvos

          Pese a la extendida convicción de los medios de derechas (y alguno de izquierdas) de que los errores de ZP que nos han conducido a la situación actual proceden de no haber tomado las medidas oportunas "cuando empezó la crisis", lo cierto es que las "garrafales meteduras de pata" proceden de mucho antes: de la primera legislatura, "la buena" según la opinión de algunos militantes socialistas que conozco. 

         Al menos hay cuatro errores en ese periodo de crecimiento económico (2.004- 2.007) achacables al Gobierno socialista, que se pueden resumir en uno: continuismo. Vamos con ellos: 

        - Primer error: no aplicar una política keynesiana en materia fiscal: Estando sometida la economía a crisis periódicas (no he hablado de economía capitalista puesto que las crisis económicas están ya descritas en tiempos de Josué) el papel del Estado como agente estabilizador, implica actuar "a contrapelo" de las economías domésticas y las empresas: el Sector Público debe "ahorrar" en épocas de crecimiento y "gastar" en épocas de recesión, con lo que se consiguen dos efectos: por un lado se enfría una economía recalentada (o bien se arranca una economía atascada) y, por otro lado, se consigue un presupuesto equilibrado "en el ciclo" pues los superávits de las épocas de vacas gordas se compensan con los déficits de las vacas flacas. Esto se consigue mediante el "piloto automático" (estabilizadores automáticos) pero también mediante un "pilotaje profesional de la economía" (acciones discrecionales). 

           Eso suponía haber acumulado "importantes" (los simbólicos no me valen) superávits fiscales en ese periodo: pero no se hizo, sino que por el contrario, bajo el lema "bajar impuestos es de izquierdas", se "devolvió" parte de este superávit a los ya embriagados ciudadanos ( o mejor dicho a los contribuyentes, que no coinciden exactamente con todos los ciudadanos), para que gastarán más en vinos y casas. Si realmente Zapatero hubiera sido de izquierdas, hubiera mantenido e incluso aumentado los impuestos en esa época para prevenir los desastres futuros. Pero ZP con esa mezcla de irresponsabilidad, inconsciencia e ignorancia que da el haber sido funcionario docente de una universidad, pensaba que el crecimiento era eterno (*). 

          - Segundo error: ZP concibe las mejoras del Estado de Bienestar como una cuestión "de rentas", en el más puro estilo de la derecha económica mundial moderna (que aquí representa el PSOE, nacionalistas, y algún sector del PP): no se trata de que el Estado produzca o siquiera provea una prestación social sino que basta con que dé el dinero al "necesitado" y que éste luego con el dinero haga lo que quiera (aunque sea en "vicios"). Por lo tanto, no se construyeron guarderías (públicas mejor que concertadas) sino que se creó el cheque-bebé, no se mejoraron las condiciones laborales o las rentas salariales sino que se dieron 400 euros a los trabajadores, y no se apoyó con medios a las madres trabajadoras, sino que se continuó con el pago de un dinerito a las "mamás supercurrantas", implantado por el gobierno de Aznar(**). Como esas "infraestructuras sociales" nunca llegaron, ahora, en época de recesión sólo hay que meter la tijera en el presupuesto y asunto solucionado. Si esas infraestructuras (cuarto pilar del Estado Social) estuvieran creadas y dotadas del personal correspondiente ahora deberían ser mantenidas, el paro contenido pues trabajarían (especialmente en este sector están las mujeres) en su atención y por tanto la crisis la sufrirían menos los más necesitados. Pero para ello se necesitaba que en 2.004 hubiera ganado las elecciones la izquierda, y eso no fue así. 

        - Tercer error: Zapatero jamás se preocupó por el cambio de modelo productivo en la época de bonanza. Anteayer, un catedrático de esta Universidad (la misma por cierto de dónde salió el ínclito presidente) me decía que los cambios hay que hacerlos en los tiempos buenos, porque hay más oportunidades para que los afectados puedan encontrar otras oportunidades (contradiciendo la doctrina del Shock de Friedman y eso que ese catedrático es conservador). Pero ZP no lo hizo: pensó que el crecimiento español, basado en la burbuja inmobiliaria creada por Aznar en 1.998 con su Ley del Suelo y con la inestimable ayuda de la política de tipos bajos del BCE, era consistente y eterno. Ahí, de nuevo, se ve la capacidad intelectual del líder, pues en mi opinión, realmente "se creía" que nuestro crecimiento era sólido. Aunque de cara a la galería se le llenaba la boca con el cambio de modelo productivo, lo cierto es que, ni por asomo, pensaba tocar nada, no fuera a ser "que se cayera todo el tinglado". Conviene recordar que el malhadado Gordon Brown, en el Congreso Laborista de Manchester dijo que los tejados de las casas deben arreglarse cuando hace sol y no cuando llueve, pero que su gobierno no lo había hecho entonces y que ahora tendría que hacerlo, en el peor momento. Mientras Brown realizaba estas reflexiones, ZP todavía negaba la existencia de la crisis. Por supuesto, si no se preocupó del cambio de modelo, mucho menos lo iba a "regular". En eso, de nuevo se dejó llevar por el modelo derechista Clinton-Blair (¿-Sevilla?) de liberalizaciones y desrregulaciones. 

          - Cuarto error: Desprecio absoluto  por la lucha contra el fraude fiscal. Frente a declaraciones rimbombantes a las que nos tiene acostumbrados, lo cierto es que los ingresos del Estado que se escurren por las cloacas de los defraudadores jamás le han preocupado. Tres botones sirven de muestra: nombró (y mantuvo en su puesto hasta hace unos días) a un director de la Agencia Tributario con un empuje que no le llega ni a subirse los pantalones y cuya única preocupación, en 2.004, era que le nombraran lo que fuera pero con coche oficial (ignoro si ahora, en la CNMV, sigue gozando de ese privilegio). Segundo, mantuvo en sus puestos a altos cargos de la administración tributaria nombrados por el gobierno popular, de conocida significación política por ese  partido y, lo que es más grave, sin ninguna competencia acreditada ni con aquél ni con este Gobierno. Y, en tercer lugar, mantuvo absolutamente TODAS las vías de fraude (los llamados “coladeros fiscales”) que se habían ido produciendo en etapas anteriores (Sicav, ETVE, paraísos fiscales, operaciones vinculadas, deducciones al cine, módulos, Ley General Tributaria que "ata" a la Administración...) y, además, abrió otros nuevos (tratamiento de plusvalías especulativas, socimis, pérdida de progresividad de rentas pasivas...). Esto ha supuesto que, como dice un lector en su comentario, tengamos uno de los sistema tributarios más injustos de Europa.

          - Corolario: Zapatero, desde que llegó, en lo económico conviene resaltarlo, no hizo una política distinta de la que venía haciendo Aznar. De hecho, ni hoy sigue haciendo (en lo económico insisto) una política distinta a la que se haría si Rajoy, Esperanza o Camps, estuvieran en el Gobierno. Ese es el verdadero drama de este país (y probablemente de toda la socialdemocracia europea). 


           A los tres meses de la llegada de Zapatero a la Moncloa, le definí como "un Aznar de rostro humano"; durante años estuve predicando que sus políticas, en lo económico(***) no se apartaban un ápice de las que hubiera llevado a cabo un gobierno popular. Frases como las de Moraleda sobre que el Gobierno tenía una mano derecha para lo económico y una mano izquierda para lo social, confirmaban, paso a paso mi teoría. Pero aquello fue como predicar en el desierto, represalias incluidas. Hoy, sin embargo, mis profecías se cumplen. ¿Quieren una predicción más?: ZP saldrá a gorrazos de la Moncloa y probablemente el PSOE se resentirá (¿para siempre?) del daño que este personaje les ha inflingido. Y el partido de Pablo Iglesias, o por lo menos muchos militantes de ese partido, se merecen algo mejor que la herencia que ZP les deja en la mochila. 







          (*) A lo que ayudaban sus lecturas de cabecera, o mejor dicho, las lecturas de cabecera de sus asesores económicas (creo que Zapatero dejó de cultivar el hábito de la lectura hace años): Fukuyama y el fin de la historia, o Greenspan, el hombre que venció el ciclo. 


           (**) La Ley de Dependencia es una excepción a ese modelo neoliberal de cómo deben implantarse la prestaciones sociales. 


           (***) Y en política territorial: el centralismo zapateril se ha demostrado casi tan eficaz (aunque "de buen rollito") como el de Aznar.

4 comentarios:

  1. Estupendo análisis. De nuevo estamos completamente de acuerdo (sic!). Ahora bien, no sé si ZP lo considera "errores" pues para ello debería compartir el objetivo (gobernar el país y gestionar de forma eficiente el dinero público), y de eso no estoy tan seguro.

    Yo destacaría, además, en relación al primer y segundo punto que se produjo la desvergüenza de comprar directamente votos con dinero público, a golpe de talonario y sin pudor ni "progresividad" alguna.

    Como también acentuaría el punto cuarto ya que, en mi opinión, de la lucha contra el fraude hay una vía de ingresos adicionales importantísima.

    Si los objetivos de ZP eran (que lo eran) ganar las elecciones, entonces él no creo que considere errores comprar votos (a 400€/unidad + cheque enhorabuena-has-sido-mamá) ni ignorar el fraude pues de ello sacó una tajada que es la que le llevó a la reelección.

    p.d.Entre las conversaciones de unos cuantos reincidentes en tu blog y el de tu hermano de forma simultánea e interrelacionada estamos montando un cacao2.0 que da para crearnos un grupo en facebook ;)

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  2. Estupendo análisis. De nuevo, vuelvo a estar de acuerdo completamente (sic!), aunque no sé si ZP los considera errores pues para ello debería compartir el objetivo: gobernar y gestionar eficientemente el dinero público, y de esto no estoy tan seguro.

    Sobre los errores primero y segundo, yo añadiría que ZP ha utilizado dinero público para compra directa de votos.

    En cuanto a la lucha contra el fraude, lo lamentable es que ahí tenemos una vía de ingresos adicionales interesante que se ignora, quizá por ineptitud o quizá para no incordiar a posibles votantes que se mueven en el terreno sumergido.

    Dilapidando el dinero de todos, ZP ha conseguido lo que era su verdadero objetivo: ganar la elecciones. No me cabe duda que los 400€ por voto + bonus 2500 para futuros votantes (a 18 años vista) han influido de forma considerable en su reelección.

    p.d. con esta conversación de unos cuantos distribuída entre tu blog y el de tu hermano estamos montando un cacao2.0 que nos da para hacer un grupo en facebook ;)

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  3. (perdón a todos, el comentario inicial no me salió tras una hora y lo reescribí. Agustín,puedes borrar el segundo y éste también)

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  4. La "herencia" no es sólo de ZP, tambien de "X", Damborenea, Coruera,...Bono, y jamás ha habido purga alguna, ni la menor autocrítica. ¿No tendrán los herederos del Iglesias lo que realmente se merecen?. Pregunto sin acritud.

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