"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

jueves, 20 de mayo de 2010

Citizen K. y los recursos compartidos. Episodio 5.

         "Este finde...¡a cangrejos!", exclamó ciudadano K. delante de su familia. ”En el curro me han dicho de un sitio donde se cogen unos ejemplares buenísimos. ¡Mirad! ya he comprado el retel, 25 euracos, que los vamos a amortizar en dos patadas".

          Y como había dicho, ahí tenemos a la familia K., en su buga de liberal (un BMW) camino del río, el sábado, para empezar la "operación cangrejo". Paran en un bar cercano al río a "echar un pis".

          -"¡Qué verguenza!" le dice a su mujer, "A estas horas ya está el bar lleno de tíos de aquí, sin pegar un palo al agua. Tanto PER, tanto ZP para mantener a esta panda de vagos, porque seguro que pensión, subvención o ayudita, sí que reciben. ¡Así va España!".
 

            Se le acerca un parroquiano: 
 
           - "¿Ande va usté?".
           - "A pescar cangrejos". 
 
           - "¡Anda la osa!", sigue el paisano dando palique: "Yo me dedicaba a coger cangrejos, ¿sabe usté?, pero lo dejé". 
 
             - "Ya, mucho trabajo ¿no?. Es mejor estar en el bar todo el día echando la partida ¿verdad?" dijo irónicamente ciudadano K. mirando al pobre paisanico con el que estaba hablando. 
 
              - "No, ¡qué va! Lo que pasó fue lo siguiente. Yo echaba el retel y cogía, pongamos por caso, 100 euros de cangrejos al día. Enseguida ví que con otro retel más, la cantidad aumentaba a 190 euros. Entonces compré otro retel y cogí cangrejos por unos 240 euros. Cada vez que ponía un retel más, cogía más cangrejos pero cada vez menos cantidad, ¿me comprende?". 
 
              - "Sí, es la ley de rendimientos decrecientes", dijo sabihondo K., "en su ejemplo el incremento en la extracción de cangrejos va así: 100, 90, 50...". 
 
               - "Efectivamente, señor. Y si metía otro retel más sólo sacaba 20 euros más a mayores. Como cada retel vale 25 euros, usted comprenderá que no me interesaba meter un aparejo más en mi negocio. Por eso me quedé con mis tres reteles con los que me sacaba un dinerito. A más, a más, nunca se acababa el cangrejo, porque siempre quedaba suficiente pa' reproducirse".

               - "Pero entonces, pareció el tío Enemesio y dijo que él también se apuntaba al negocio. Le dije: ¡pero esgraciao! no ves que si pones un retel ya no te sale rentable. Me contestó: eso será pa' ti, Eladio, porque pa' mi, con un retel y 260 euros de pesca conjunta (240+20), que se repartirán entre todas las artes, yo me llevo la cuarta parte, que son 65 euros de cangrejo, y como el retel me costó 25, pos entavía gano 40 euros. ¡Es el libre mercao! me dijo el muy jodío . Y, endespués del Enemesio, llegó otro, y luego otro y cada uno echaba las cuentas de esa manera y al final les compensaba dedicarse al negocio. Y al final, entre todos, me arruinaron". 


         - "Normal. Es el juego de la libre competencia, Señor mío. Haber estado más listo. Las oportunidades están para quién sabe aprovecharlas y modernizar el negocio". 

 
          - "No, si ya le dije al Enemesio y a otro que hiciéramos una cofradía, un gremio, o algo asín, para repartirnos la ganancia. Pero ellos erre que erre que nones y que nada". 
 
            - "Lo que faltaba", dijo K. "un gremio, una cofradía...Si es que en este país todo se arregla con intervención pública y barreras a la competencia. ¡Qué cojones! Si la solución es la contraria, más liberalización, Señor, que no se entera. Con tanto corporativismo es por lo que en España estamos tan atrasados". 

             El paisano le miró a los ojos: 

 
        - "¿Ande dice que va?".

        - "A cangrejos" respondió K. 
 
        - "Pos que le vaya bonito, Señor. Porque los cangrejos en esta zona se extinguieron hace años".

17 comentarios:

  1. Hombre, los "commons"... Reconozco con vergüenza que no sabía nada del tema hasta que Quim me pasó "The Tragedy of Commons" hace unos meses, poco antes del Premio Nobel de Economía para Elinor Ostrom. Seguro que los adalides del libre mercado tienen algo sobre lo que protestar aquí, y para añadir leña al fuego diré que me parece que una cosa tan fundamental se debería enseñar en el colegio (para evitar oír después según qué comentarios).

    Tu ejemplo con el tío Nemesio es por desgracia tan verídico a pesar de su chusquedad, que es exactamente lo que está pasando con el atún rojo. Cuatro armadores españoles y cinco franceses (los números son más o menos esos) han conseguido que no se incluya entre las especies protegidas y condenan al atún rojo a su extinción en unos 5 a 10 años (lo cual convertirá el Mediterráneo en una sopa de medusas - liberadas de su principal depredador-, si no en algo peor). Su política es de aguantar hasta que se acabe la fiesta. Increíble pero cierto.

    Por cierto que los temas que aquí se hablan enlazan bastante bien con mi último post sobre La Gran Escasez. Alimento para pensar.

    Salu2,

    Antonio

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  2. Como sabéis, he defendido el libre mercado en otras ocasiones, aunque no me considero un adalid del mismo y siempre he matizado que la labor fundamental de la Administración es "regular" en contraposición a "prestar" directamente los servicios, salvo en notables excepciones (sanidad, educación y sectores estratégicos como la barca de Caronte del otro post).

    Por tanto una de las cuestiones por la que hay que protestar aquí es, en realidad, por la incompetencia (o corruptibilidad) de la Administración. En el ejemplo ficticio, la pesca del cangrejo debió prohibirse antes de la extinción y mucho antes debieron establecerse cupos que limitaran la actividad al nivel sostenible.

    Lo mismo ocurre con el atún. NO entiendo cómo habiendo evidencias del problema éste no se ataja con limitaciones o prohibiciones. En el caso de la pesca se ha hecho con otras especies, por tanto, la única respuesta es: incompetencia o corruptibilidad. ¿Qué armas tienen los armadores para conseguir evitar la prohibición? Pues eso.

    Este tipo de situaciones se dan todos los días en cualquier sector en el contexto de libre mercado: un nuevo negocio boyante atrae a multitud de agentes, hay una explosión de ellos hasta que deja de ser rentable para muchos y se produce una concentración y salida del negocio de muchos otros, estableciéndose de facto el límite de la actividad.

    Cuando se trata de negocios que no dilapidan recursos naturales las consecuencias son, simplemente, que algunos acaban arruinándose o teniendo que cambiar de negocio.

    Pero cuando hablamos de recursos naturales limitados nos merecemos una Administración capaz de controlarlo... y esto también lo suscribo para el petróleo, aunque no hay quién lo controle.

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  3. Ya advertía Mao Zedong sobre la capacidad de la burguesía de influir en los procesos políticos, pretender que la "mano invisible" regule por si misma el mercado es como creerse aquello de que "los españoles serán por ley buenos y benéficos". En el ejemplo propuesto, la intervención de un estado sometido a la presión de las mafias (seamos finos, llamémosles lobbies) capitalistas es siempre mera filfa, sino, a ver que pasa con todos los atentados al medio ambiente que SIEMPRE se reducen al pago de multas, perfectamente asumibles por los infractores. Dejar un bien publico y general a la avaricia de la "iniciativa privada" es dejarlo inerme ante su mera destrucción, eso si, sumamente lucrativa hasta el ultimo cangrejo. Mi solución es radical, pero efectiva no obstante, eliminación radical de TODA propiedad privada, excepto la de higiene personal. Nadie tiene derecho a lucrase con los bienes naturales que son de todos. Y el que no este de acuerdo, unos trabajitos forestales en la cuenda del Kolimá, allí lucro, no iba a conseguir, pero cangrejos...a cascoporro.

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  4. Si los bienes naturales son de todos pero el atún no viene solito a ponerse sobre el plato, alguien tiene que mojarse el trasero e ir a pescarlo.

    Este es un caso del problema conocido como "Tragedida de los bienes comunales" (Economía liberal para no economistas y no liberales, Xavier Xala y Martí, página 53) para los que el libre mercado no funciona muy bien (y vemos que la regulación es una solución que tiene sus propios problemas). Hay que buscar soluciones, que COMPLETEN y mejoren el funcionamiento del libre mercado.

    (le he cogido gusto a lo de completar)

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  5. Hank, dos puntualizaciones.

    1) Yo ya hablo en mi primer comentario de "The tragedy of commons" (aunque esté en inglés ya se entiende lo que significa). El artículo homónimo de Garret Hardin es de 1968; un poco anterior, por tanto, a Xavier Sala i Martí.

    2) Eso de buscar soluciones y tal es fantástico. Lástima que no se hayan encontrado en el caso del atún (como en tantos otros). Otro día, de manera más privada, te contaré algunos detalles sobre el caso que no puedo contar en público para no comprometer a terceras personas.

    Salu2,

    Antonio

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  6. ¡Ni libre, ni mercado! Economia central planificada, y si es vigilada por el Comisariado Popular de Asuntos Internos, mejor!

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  7. Pues es verdad, Antonio, ya lo habías comentado antes.

    Se ve que me he dejado llevar por el comentario del Comisario Popular de Asuntos Internos (supongo que ya que es partidario a que otros decidan por nosotros, se quedará el puesto para él).

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  8. No, aqui los unicos que son partidarios de que unos decidan por otros son los partidarios del "mercado"... de esclavos ¿Acaso el trabajo asalariado no es una forma de esclavitud? o como decia un viejo compañero.."Cuanto poder da una S.L."...

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  9. Si tuvieses un trabajo asalariado de manera forzada si, serías un esclavo. Pero en éste mundo puedes elegir trabajar, no trabajar, o incluso ... ser empresario sin que nadie te fuerze a punta de pistola. Lo que no se puede pedir es que le regalen a uno el salario

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  10. "Pero en éste mundo puedes elegir trabajar, no trabajar, o incluso ... ser empresario sin que nadie te fuerze a punta de pistola" No confundamos "voluntariedad" con "libertad". Alguien puede ser libre de trabajar o no trabajar si puede vivir de las rentas, y de ser empresario o no serlo en funcion de disponer de un saneado capitalito, pero el que no dispone de dicho capital, no puede elegir libremente, luego es un esclavo. Y no me vale lo de "siempre eres libre de morirte de hambre". El mismo concepto de salario indica su origen esclavista, significa la cantidad diaria de alimento para que el semoviente puede llegar vivo al dia siguiente al trabajo, el resto, la plusvalia se lo queda el negrero, por mucho que vista de seda y se considere democrata.

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  11. Vamos por partes: aunque el tema de los "commons" como dice mi hermano es de reciente "descubrimiento" sobretodo en el ámbito no económico, lo cierto es que en economía se conoce desde hace casi cien años. De hecho se considera un supuesto especial de economías externas o externalidades (porque la actividad de uno perjudica a la de los demás), que yo, en mi blog quise dar relevancia especial. Un ejemplo, curiosamente con pozos de petroleo,lo emplea Stiglitz en su manual que usamos en la asignatura. En el curso pasado usé el ejemplo de los pozos de petroleo porque estaba reciente el estreno de Oil! (en castellano algo así como pozos de ambición o nosequé) y pensaba que les entraría mejor el tema a los alumnos (luego ví que nadie había visto la peli). Para esta serie me inventé la variable con cangrejos e introduje un factor que está ausente en la mayoría de los libros de Hacienda Pública: la posibilidad de que se acelere el agotamiento de los recursos comunes. Curiosamente Stiglitz por ejemplo (ni Rosen en su manual tampoco) no lo contemplan. Pero es que, como decía en otro post, la preocupación por el agotamiento de los recursos por parte de los economistas es muy reciente

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  12. Segunda parte: alejado del tema del post Z.D. y H.R se enzarzan en otra discusión, que será objeto de desarrollo en otro post (deberes), pero que tiene un plantamiento simple: en el capitalismo, para sobrevivir todo individuo acude al mercado "de factores" a vender lo que tiene a mano: unos su capital, otros sus tierras, otros mercancías producidas o robadas anteriormente... y la gran mayoría vamos a vender lo único que tenemos: nuestra fuerza de trabajo (física o intelectual), a cambio de un salario, básicamente para no morirnos de hambre y poder alimentar a nuestras familias. En ese escenario hablar de libertad para trabajar, puesto que la alternativa es morirse, me parece un chiste. Pero ya ahondaremos en estas "minucias" del capitalismo...

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  13. Aguardaremos a "las minucias". Respecto de la primera parte, si, el autor que cito diferencia entre bienes "clásicos", bienes comunales, externalidades y bienes públicos. Así como el libre mercado es muy eficiente produciendo bienes clásicos, presenta problemas con el tratamiento de los 3 últimos.

    Lo curioso, como interpreto que dices, es que algunos bienes considerados clásicos pueden acabar convirtiéndose en bienes comunales dada su escasez

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  14. No he leido al tal Sala y no sé cómo hace la clasificación. La división clásica es entre bienes públicos y privados, en función de dos características: el consumo rival o no rival y la posibilidad de exclusión. Entre los dos hay una gama de "grises": bienes mixtos, bienes públicos impuros o como se les quiera llamar. El problema es que bienes públicos puros hay muy pocos, pues casi todos ellos se ven afectados por un problema: la "congestión" que,de hecho impide que el bien se pueda disfrutar por un número ilimitado de personas (una piscina pública o una autopista es un caso claro de bien público que se puede congestionar, la señal de GPS (o de tv) es más dificil que pueda incurrir en ese problema: de hecho en clase hemos tomado el GPS como el bien público por excelencia.
    El río de los cangrejos es un bien mixto: hay rivalidad en el consumo (lo que uno atrapa el otro no los puede atrapar) pero no hay exclusión (no se puede evitar la entrada a pescar). Si el bien fuera privado no habría recurso común, podría haber sobreexplotación igualmente pero por parte del propietario. Un economista conservador, Coase afirma que todos los casos de externalidad se deben (y por tanto se pueden resolver) a que los derechos de propiedad no están perfectamente delimitados (lo que sucedía con la churrería). A mayor abundamiento muchos autores consideran las externalidades como un caso especial de bienes públicos. Desarrollar esto está fuera del alcance del blog porque mi idea sigue siendo "provocar debates de ideas" más que dar clases más o menos magistrales, pero insoportables de leer. Si tienes mucho interés sobre este tema te paso bibliografía.

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  15. Yo sigo con mi libro, a colación de la discusión de Rearden y Zhu-De, una cita de Álvaro Vargas Llosa (un liberal, nadie es perfecto): "El capital es el resultado de la empresa, y no la condición previa para crearla".

    Y con esto quiero decir que, a pesar de que la mayoría lo único que podemos vender en el mercado es nuestra fuerza de trabajo (intelectual o física), el capitalismo ofrece, además, esperanza de progreso y no sólo un salario para no morirse de hambre de forma que la libertad no está sólo en trabajar o morirse de hambre sino en trabajar sólo o trabajar y emprender y crear tu propio capital, basta una idea, arriesgarse y poner mucho empeño en llevarla a cabo. Me diréis que esa esperanza es una ilusión y que todos hemos mordido el anzuelo, etcétera, pero afortunadamente sobran ejemplos que demuestran que esto es posible.

    Más aún, libertad para trabajar, progresar, conseguir independencia y realización personal, en palabras del propio Vargas Llosa (y para eso no hace falta dejar de ser un trabajador).

    En el contexto actual, el reto es cambiar los valores y cambiar el "maximizar el valor para el accionista" por "maximizar el valor para la sociedad", una tendencia afortunadamente en auge desde hace unos años apoyada en la figura del "emprendedor social" fundamentalmente (lo de la responsabilidad social corporativa de momento es poco menos que marketing) y que demuestra que el ánimo de lucro y los principios de actuación capitalistas no están reñidos con resolver problemas sociales.

    Lo de no trabajar y no morirse de hambre está bien, pero ya que hablamos de "recursos limitados", no sé si esto es sostenible y si trabajando o sin hacerlo consigues lo mismo (no morirte de hambre), ¿quién querría trabajar?

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  16. Hank Rearden dijo...
    Si los bienes naturales son de todos pero el atún no viene solito a ponerse sobre el plato, alguien tiene que mojarse el trasero e ir a pescarlo...

    ... claro, ya se empapará el culo Milton Friedman para ponértelo en el plato.

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  17. A proposito. El señor K, metiendo mano a la infinita sustituibilidad de recursos naturales que predica su relig ¡uy, perdón! su "sistema científico", se habrá percatado de que puede capturar percas, repletas de suculentas espinas.

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