La democracia bien entendida empieza por uno mismo. Y si no es por uno mismo, al menos que sea por su casa. Hay tres bienes perecederos que deberían entrar diariamente en cualquier hogar democrático: el pan (en homenaje a los franceses y su revolución), la leche (en recuerdo de los tíos que inventaron el "habeas corpus") y el periódico (¡Mark Twain, no te olvidamos!).
Hagamos una incursión a la cocina (¡sí, a nuestra cocina!) y veamos en qué se ha convertido todo esto: unos paralelepípedos de cartón que contienen un líquido blanco, posiblemente ordeñado de una vaca, hace dos o tres meses; una barra de algo gomoso, fabricado a partir de algún polímero mezclado con glutén, precocido y precocinado. Y de la prensa mejor no hablar: se nos podría cortar la digestión de las "delicatessen" mencionadas anteriormente.
La resistencia más fuerte, al menos en mi casa, la hemos llevado al campo del pan: todavía es posible, en cualquier pequeña ciudad, al menos, encontrar panaderías que se surten de pan elaborado tradicionalmente, a base de harina, pan, agua, levadura y sal. No son "boulangeries" por supuesto, pero es que este país nunca ha dado para más que para ser una especie de caricatura de Francia ("en política exterior, España tiene que hacer lo que hace Francia, pero un poco menos" le dijeron a Aznar en una ocasión, pero él, como era muy tozudo, se empeñó en meternos en la foto de las Azores): además yo, que soy más bien de la rama constitucionalista de Cádiz, prefiero una buena hogaza antes que una "baguette" de esas, cuyo nombre ya me recuerda la (falta de) contundencia del condumio. ¡En fin!
Pero todo proceso es reversible: recientemente en León, se ha instalado un puesto que vende "leche del día": de vacas de la zona, simplemente pasteurizada, sin homegeneizar (los más melindrosos tendrán que rescatar ese instrumento perdido en cualquier cajón de la cocina: "el colador"), en una única versión (lo que ahora en los supermercados se llama "entera"), puesto al que hay que llevar unas botellas de cristal para llenarlas. Botellas que, una vez vacías, se lavan con agua, un poco de "mistol", y se llevan al puesto para que te las vuelvan a llenar de leche... Al parecer, otras ciudades como Santander (allí he visto puestos cerca de la estación, y al lado de una gasolinera en Solares) o Girona ya cuentan con un servicio parecido.. En fin, a un socialista como yo le hubiera gustado más que en vez de ser un puesto "de fotomatón" hubiera de verdad un paisano con unos cántaros y un embudo. A un señorito como yo, además, le hubiera gustado que me la llevaran a casa y que me dejaran las botellitas al lado del felpudo, pero, hemos de reconocerlo, esto no es el Reino Unido, y dista mucho de serlo...
El próximo paso será rescatar la prensa diaria: a ver si alguien se anima a hacer un periódico que no se te indigeste... Los chicos de Público llevan algunos puntillos, pero habrá que ver hasta que punto se sostienen sin el apoyo de sus amigos y amigas del Gobierno ("muchos mimitos para ellos", por cierto). A ver que pasa... Igual, entre todos, logramos recuperar esta democracia, empezando por lo más importante: la barriga.
P.D. ¿Os esperábais otro post? Es que esto se me va de las manos, se me va de las manos...
la prensa el cuarto poder...a las ordenes de los tres primeros, todo una farsa y mentiras a tutiplen¡ :)
ResponderEliminarAquí en Figueres tenemos dos de esos puestos, en sendas gasolineras, y no dan abasto. A una escala mayor, hace unas semanas leí la noticia de que en EE.UU. algunas acerías están volviendo a abrir porque empieza a salir a cuenta hacer el acero en casa que importarlo de China... es la "desglobalización", que indudablemente está muy asociada a los costes crecientes de la energía y a las rentas decrecientes de los ciudadanos del primer mundo...
ResponderEliminarSi, también los he visto en San Vicente de la Barquera. Creo que es un canal mas directo del ganadero al consumidor final. El emprendimiento y el capitalismo, siempre identificando o generando oportunidades :-)
ResponderEliminar¿"Emprendedor"? ¿Has usado un derivado (probablemente no normativo) de "emprenededor"? Pero, Hank, eres un suicida: ¿no has visto las hijuelas del post anterior?
ResponderEliminarSi, si las he visto, pero aún no he llegado a comentar (últimamente no soy persona)
ResponderEliminar(quiero decir soy menos persona de lo habitual)
Estimado Hank:
ResponderEliminarTranquilo le pasa a todo el mundo, encuentro tus lecturas muy estimulantes, espera a que el comandante ( creo que es autor del blog, un saludo) me pesque saliendo del armario y descubra que me va el rollo ese del patrón oro.
Torpedo: yo tengo una varita de zahorí para saber cuándo hay una burbuja: me doy un paseo por la ciudad: hace unos años había una inmobiliaria cada dos pasos; ahora hay una de "compro oro" cada tres metros... Pero nada, si queremos montar un sistema monetario sobre una burbuja pues ¡hala! A por el más difícil todavía.
ResponderEliminarLo peor de todo es como mi cerebro me dice "esto va a petar por algún lado" y mi corazón "se fuerte, el dinero fiduciario tiene los días contados" mientras a estar en el fuego cruzado.
ResponderEliminarTe lo dice un experto en voces interiores, (vale normalmente mi cerebro tiene razón, pero no siempre).
En cualquier caso soy un idealista, estoy hasta las narices de que se trapichee con el valor de mi trabajo, igual lo que quiero es un poco de estabilidad, aunque sea entrando en perdida.
Estoy con el Comandante con lo de las hogazas (y quién no siendo francés no lo está?) y estoy con Hank con lo del emprendedor de la leche. Por la capital del reino también profileran esas máquinas con leche de Guadalix de la Sierra. Yo me aficioné a ella en cuanto la vi, por cierto, por aquí están incluso dentro de la superficie comercial de algún Hipercor o Carrefour que ahora se están volcando en anunciar cuánto producto local tienen (verduras, carnes, quesos...) con fotos incluso del productor de turno con sus vaquitas (para ordeñar o para sacrificar).
ResponderEliminarTambién las vi por Cantabria hace siete meses y como decís las hay por todas partes.
Conclusión: me atrevo a asegurar que el hecho de que la leche que venda así se debe más al inventor y promotor de las maquinitas que habrá buscado socios locales y dotado de infraestructura necesaria a cambio de montar negocios a medias.
De la prensa, habría que matar la internete para que volviera el periódico a las casas. Igual algún día, pero no sería tipo Gramma, del signo que fuere.
...ah, yo les recomendaría a todos estos lecheros que buscasen otro sitio distinto a una gasolinera, que a mí eso de comprar leche o pan en una gasolinera me da noséqué.
ResponderEliminarAquí está en un centro comercial, que, dicho sea de paso, me dan más asco que las gasolineras. La máquina, por cierto, es italiana...
ResponderEliminarPues pídele a tu hermano que te explique lo de los vaporcillos que emanan de los combustibles fósiles y cómo esos vapores se pueden pegar a los pitorros de la lechera o ser absorbidos por materia porosa.
ResponderEliminarPor la capital del reino lo tenemos en grandes superficies o en mercados de toda la vida, quizá esa sea la opción más adecuada para evitar tenerla en la calle como la que vi en Torrelavega, en un parking de una zona comercial en frente de un McDonald's... también daba la impresión de estar abandonada y su asquito consecuente. Aún tienen que buscar el hueco, igual pegada a las farmacias...
Lo de la máquina italiana no me sorprende, el norte de Italia es líder mundial en maquinaria industrial para sector alimentario, han sabido encontrar su sector.