"El Ejecutivo del Estado moderno no es más que un Comité que administra los negocios comunes de toda la burguesía" (K. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista).

viernes, 18 de febrero de 2011

Génesis



         Comenta un habitual, Runner, el desacierto de considerar como ejemplos de empresarios "sinvergüenzas" a Jobs o Gates. Para ello deberíamos dejar a un lado aspectos como la imposibilidad de cambiar la batería de un ipod sin tirar todo el cacharro, la incapacidad de meter un programa libremente en un iphone la "obsolescencia programada" de las versiones anteriores del sistema operativo windows, los contratos con proveedores de hardware para que no revelen sus especificaciones a los programadores de código libre... sin olvidar el cambio de propiedad por el derecho a una cesión de uso que hace que todo lo que llevas encima (tarjetas de crédito, móvil, DNI...) no sea tuyo sino de otro; prácticas todas ellas que justificarían el término de "sinvergüenzas" como un sucedáneo del de "delincuentes". Pero de todas formas mi interés en este post es otro:



          Si pusiéramos un "pastómetro" (un medidor de la guita que entra en el bolsillo de estos dos elementos, algo parecido al contador del gas), veríamos que las entradas no son regulares: al principio, cuando lo del garaje y todo ese cuento ("vidas de santos"); es decir cuando se encontraban en la etapa que Marx llamaría de "pioneros del capitalismo" (pioneros en el sentido de David Crockett, o, lo que es lo mismo, cuando eran "tramperos del capitalismo") la entrada sería más pequeña, aunque suficiente para constituir ese capitalito inicial con el que el capitalista se lanza (a cuerpo o acorazado tras la forma de corporación) al mercado. Y, a partir de ahí, ese capitalito "eclosiona" y va creciendo más y más, exponencialmente, de tal forma que, si nos damos cuenta, sus grandes fortunas no son las ganancias de sus ideas sino el producto de los beneficios obtenidos a partir del capital con el que se les retribuyó esa primera idea. Y esto es importante, porque un árbol no es la semilla (aunque proceda de ella) sino que, de ser algo, será un conjunto de nutrientes y energía que había alrededor de dónde fue plantado y que se han convertido en árbol. Con esta sencilla parábola se comprende que la fortuna de estos tipos (el tronco de su fortuna) no viene de ellos sino de la tierra en la que plantaron su semilla, es decir, de la sociedad. Pero puesto que la disfrutan ellos y no los niños africanos, donde, por cierto, va la mierda que fabrican cuando ya no le sirve al burgués occidental(*) es por lo que la denominación de "sinvergüenzas" es, efectivamente, desacertada: es tremendamente benévola.



            Forcemos más la máquina: imaginemos el caso del pobre obrero que, a base de privaciones, consigue, a lo largo de toda su vida, hacer un pequeño capitalito. Y a partir de ese pequeño capitalito, fruto sin duda de toda una vida de trabajo y abstinencia (por ejemplo limpiando casas y fregando escaleras) le empieza a rentar ("rentuar" que dicen en mi pueblo) un dinerillo. Pues bien, ese dinero es, igualmente innoble, pues teniendo su génesis en un capital conseguido a base de una conducta ejemplar (para unos, para otros simplemente estúpida), se ha generado a partir de un dinero (D), que sólo puede generar más dinero (D') mediante un proceso de explotación sobre otras personas. No hay otro secreto, porque, como veremos en próximos post, el dinero en la cartera "no cría", por si mismo, como sucede con los conejos, más dinero.



            ¿Qué es encomiable la forma en que se gestó el capital inicial?, ¿qué su propietario es ignorante del proceso por el que con ese capital obtiene un beneficio?, ¿qué la sociedad es "asín"? Todo eso no desvirtúa el proceso económico que hay debajo, ni la inmoralidad del sistema: simplemente establece un proceso de responsabilidad colectiva de todos, sí, de todos nosotros, sin excepción:





           ¿Reconocer esto es tener un patológico complejo de culpa por ser, vivir y comportarnos como unos miserables? Hank lo llamaría así, yo prefiero llamarlo remordimiento de conciencia... Otros lo llamarán, simplemente, dolor de los pecados.




(*) Conviene recordar que los chismes tecnológicos se estropean, pero no se desintegran.

16 comentarios:

  1. Un buen post, aunque creo que has desvirtuado mi comentario inicial que, en realidad, planteaba la idea de que estos ambos dos son precisamente los ejemplos que inspiran a los demás, la encarnación del sueño americano y, al margen de las envidias masivas, una vez hechos ricos, no son exactamente iguales a los que no han dado un palo al agua y se lo llevan crudo.

    En ningún momento negué que sus prácticas, tras el despliegue inicial, no hayan derivado en cuestiones éticamente cuestionables pero ése no es el verdadero problema con ellos, pues un recién aterrizado extraterrestre no los diferenciaría del resto de mandamases deplorables y se uniría a la revolución sin pensarlo.

    Pero quizá, en realidad, desde tu punto de vista son más peligrosos porque al haber empezado desde cero y llegado a donde están son una poderosa inspiración para todos los que, a pesar de no conseguir algo parecido nunca, traguen con el sistema y pasen de la revolución manteniendo su estatus de pringaos perpétuos.

    Ahí tienes a Obama cenando con Jobs, Bezos, Schmith,.... y la nueva inspiración, Zuckerberg

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  2. Dice bien el comandante de este sincero y ameno blog.
    Es innegable que cada cual vea, y cuente, la feria según le fue o le va. Siendo ésta la misma feria para todos los que por ella pasan (semoviente inclusive).
    Sucede que en esa feria no regían/rigen las mismas reglas para todos. Y de ahí puede inferirse el resto del melodrama. Lo novedoso es que la feria, inserta ella en un paradigma obsoleto e insostenible, no da más de sí. Y la reacción (con cierto retraso) de ese cada cual (cada yo) proviene no tanto vía neuronas espejo (empatía) como del hecho más o menos egótico de percibir cómo cada vez habrá un mayor número a quienes les irá regular en aquélla (por no decir mal si no varía en lo sustancial).
    Desde un profundo y fructífero desdén hacia la farsa que sostiene (y rodea) el infrahumano tinglado, comenzando por la corrupción de su propio núcleo (en forma de multimillonarios entramados religiosos) expresaba sentidamente J. Krishnamurti en un coloquio: 'No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma'.
    Y es que la vesania impuesta por una economía de casino roza lo surrealista. Dejo enlace a 'la historia de los 1000 euros':

    http://www.attac.es/la-historia-de-1-000-euros/

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  3. En una entrevista mucho después de abandonar la inefable orden/secta Jesuita (o bien, según se mire, antes de ser expulsado de ella) resumía José María Díez Alegría, recreando una significativa metáfora, la doctrina predominante del (pestífero) entramado eclesiástico: (Sic)

    "La doctrina social de la Iglesia es una broma comparada con la doctrina que aprendí. San Juan Crisóstomo dice: todo rico, o es injusto, o es el heredero de un injusto. Si argumentas:

    - Yo heredé de mi padre', el santo te replica:
    - Y tu padre, ¿de quién heredó? Si indagas, al final encontrarás algo que no ha sido justo'.
    Sostiene Crisóstomo: 'Demos que tu padre se lo encontró nacido de la tierra, ¿ya por eso va a ser justa la riqueza? Sólo si la usas bien y, por tanto, si la repartes, porque si no, no'.
    También hay un texto de san Jerónimo en que está comentando los hechos de los apóstoles cuando Pedro y Juan encuentran un paralítico que les pide limosna, y Pedro le dice:

    - Plata no tengo, pero lo que tengo te lo doy: en nombre del señor Jesús, levántate y anda.
    San Jerónimo tenía muy mal genio y fue el secretario del papa Dámaso, que era español. Cuando muere éste, el bueno de san Jerónimo se va solo de eremita cerca de Jerusalen, al desierto y comentando ese texto afirmó:

    - Pedro dijo el paralítico: oro y plata no tengo, pero lo que tengo te lo doy.
    Ahora muchos clérigos, se refiere a los del Vaticano, dirían:
    - Fe y caridad no tengo, pero lo que tengo, oro y plata, eso no te lo doy".


    http://www.crisisenergetica.org/article.php?story=20110217113058944

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  4. @Sabado XIX. desde luego San Jerónimo sabía predicar, pero no tenía ni puñetera idea de dar trigo

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  5. @dmc runner, ¿de verdá eres tú?, te estás "alineando" por momentos!

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  6. Comandante (1), ¿quien impide a nadie sacar al mercado otro ipod en el que no haya que tirar el cacharro para tirar la batería, un iphone en el que se pueda meter cualquier programa libremente, un sistema operativo sin obsolescencia programada, ...? De hecho los hay.

    ¿Quien te impide comprar o no comprar cualquiera de los cacharritos?. De hecho hay quien no los tiene (porque no quiere).

    ¿Quien es el único que puede obligarte a hacer lo que no quieres o a comprar lo que no necesitas?. El Estado

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  7. Comandante (2). La idea es la semilla. Vale. Puede ser, la semilla lleva dentro de si la información para el desarrollo del arbol, al igual que la idea.

    La semilla necesita de la energía y nutrientes del terreno para crecer y convertirse en un árbol. La idea necesita de la sociedad. Vale, también estoy de acuerdo.

    Aqui lo único que te falta es el agricultor, el que elige/compra (bien o mal) la semilla en función de la tierra disponible (estudio de viabilidad), ara la tierra y decide cuando sembrar (plan de marketing), siembra (emprende), riega y aporta nutrientes que falten: abono (gestión), mantiene fuera los parásitos (haciendo esas cosas tan feas como crear barreras de entrada*), poda las ramas (ERE, restructuraciones), hace injertos (fusiones, adquisiciones) y, finalmente ... recoge y reparte la cosecha (ingresos) que se reparten entre quienes han contribuido en forma de salarios, dividendos ... e impuestos!

    *no me refiero al pago de impuestos :)

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  8. @Hank: ah! ya lo entiendo cuando el agricultor-capitalista poda una rama lo hace en interés de la mayoría. Hay que sacrificar ciertas ramas para un bien mayor, esto es, que las otras produzcan mejor. Lo que le pase a la rama que se cae no es problema del agricultor.

    De cualquier modo si quieres obtener cien calorias de un cerezo, el cerezo las tiene que haber recibido antes. Si el agricultor recibe más del cerezo más de lo que le ha dado, es que a alguno ha robado. Mientras este alguien sea el sol, nada que decir.

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  9. @Hank, no hombre, no. Creo que te has quedado fuera de contexto. En otro post desafié al Comandante a encontrar mejores ejemplos de lo que él considera "genios que no hacen nada y se lo llevan crudo" que Jobs y Gates, quienes sí considero que han hecho grandes cosas.

    El resto de este comentario es más empático hacia el Comandante, es decir, no habiendo aportado otros ejemplos mejores tales como industriales de tercera generación que tienen subcontratada (algo que otros llaman profesionalizada) la dirección de la empresa familiar y se dedican a la buena vida sin dar ni haber dado un palo al agua, o incluso peores, que haberlos haylos, y contra los que parece más fácil levantarse para "socializar" sus patrimonios, he llegado a la conclusión de que el "peligro" real que encarna la gente como Jobs, Gates o similares es que personifican que es posible lo que el mensaje de base del Comandante niega... no sé si me explico.

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  10. En cualquier caso, como profesional del sector de Jobs y Gates, les reconozco sus méritos pero no son santos de mi devoción. Algunas de sus prácticas ciertamente no han debido ser muy éticas cuando han tenido (y perdido) varios juicios antimonopolio y similares, que hasta en lo de la batería del iPod tuvo Apple que rectificar después de perder una demanda colectiva, si bien lo que hizo fue poner tornillos no estándar para asegurar que, al menos, la cambies en el servicio oficial (otra demanda les caerá y acabarán quitándolos..)

    De estos problemas, en cualquier caso, la responsabilidad es compartida tanto por ellos y sus maquiavélicas ideas para, no ya poner barreras de entrada, sino "atrapar" a sus clientes aún a costa de derroches e ineficiencias en toda la cadena de producción y consumo, como por parte del Estado ineficiente y lento a la hora de regular qué prácticas son aceptables y cuáles no (¿cómo es posible que ante tanta avalancha "verde" no hubiese una norma que impidiese comercializar dispositivos que impidiesen que componentes que se pueden degradar relativamente rápido como la batería no sean sustituibles manteniendo el resto del equipo?).

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  11. @David Pi: pues no, no has entendido nada. el agricultor - capitalista actúa en su propio interés, como el asalariado y todo el mundo en general.

    Si la empresa tiene éxito sus frutos se reparten entre todos (otra cosa es que te guste mas o menos el criterio de reparto).

    El cerezo habrá recibido las calorías que sean, pero hace falta mas que calorías para tener cerezas. Y sino ¿porque iba a hacer falta el empresario?. ¿Porqué no se fabrican los bienes y servicios espontáneamente?. Que se junte la gente y haga las cosas, ¿quien lo impide?

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  12. @dmc runner, a ver que me doy por aludido en lo de los propietarios que no dan un palo al agua :) ¿que hay de malo en eso?.

    Lo normal en una persona que tenga un patrimonio y no lo mueva es que lo consuma. Si tiene profesionalizada la dirección de la empresa, la pagará, le costará dinero. Si es una buena dirección y es capaz de generar dinero para el propietario, ¡olé!. Mientras todo sea fruto de transacciones libres entre unos y otros, ¿cual es el problema?.

    Yo creo que lo que suele pasar en esos casos es que se "funden" el patrimonio. Hay un dicho yanki que viene a decir algo así como "de descamisaos a descamisaos en tres generaciones".

    Runner, el único pecado de Gates y Jobs es poner a nuestra disposición productos que valoramos (puesto que pagamos por ello). Es lamentable que precisamente esa virtud se pretenda estigmatizar.

    Y por cierto, me parecen lamentables las leyes antimonopolio de empresas privadas, puesto que su unico poder es la habilidad para producir*. Cuando el Estado se mete en medio lo que está haciendo es que las empresas mediocres reciban subvenciones de las empresas virtuosas.

    * No asi los monopolios públicos cuyo poder es el de las armas.

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  13. @Hank: por lo que veo, lo único significativo que hace tu capitalista es decidir el criterio de reparto. Que a su vez le será muy útil para crear una nueva etapa de acumulación (la idea también la comprará) y de reparto desigual.

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  14. @Hank, no he dicho que haya nada "malo" en ser un propietario que no da un palo al agua, ¿cómo podría ser malo algo que es la aspiración de casi todo el mundo? ;)

    Por otro lado, fundirse el patrimonio no deja de ser una forma de "redistribución" de riqueza, ¿no es eso de lo que estamos hablando siempre por aquí? :P Lo de las tres generaciones es, además, un hecho estadísticamente muy frecuente, no simple intuición.

    Nuevamente, lo que quería era establecer una comparación sobre la "génesis" de sus fortunas y diferenciar a los Gates y Jobs (G&J) que en este mundo hay de los otros porque he llegado a la conclusión de que, desde la óptica del Comandante, G&J son más peligrosos que los otros como desalentadores de revoluciones. Si todo el pescao estuviera ya vendido entre las Duquesas de Alba de turno y no hubiese ningún G&J en los últimos 200 años, ¿qué proletario no se uniría a la revolución? Yo mismo encabezaría la marcha.

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  15. @David Pi: si realmente el capitalista no hiciera nada, no sería necesario y no existirïa

    @dmc: y yo también

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  16. @Hank: Obviamente que hace algo importante, por eso el sistema entero esta bautizado en su honor. Lo que tratamos de decidir es si el bucle de inversión-acumulación (que le pierde) tiene buen final.

    De todos modos, que una cosa exista no es condición suficiente para que sea necesaria o útil para algo, para muestra, el pulgar del panda o tu apéndice (si todavía lo tienes).

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