Como había anunciado, algo ligero y divertido para hoy:
Entre las patologías políticas cabe destacar una “peculiar enfermedad que desde 1848 viene haciendo estragos en todo el continente, el cretinismo parlamentario, enfermedad, que aprisiona como por encantamiento a los contagiados en un mundo imaginario, privándoles de todo sentido, de toda memoria, de toda comprensión del rudo mundo exterior”.
Así, textualmente, se recoge en “El dieciocho Brumario de Luis Napoleón Bonaparte” de nuestro queridísimo Carlos Marx.
Casi doscientos años después, seguimos sin encontrar la vacuna.
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