Si fuera metafísico diría que juzgamos a la materia por su forma, o, dicho de otro modo, que juzgamos a las ideas por sus resultados, o, lo que es peor, por la imagen que tenemos de sus resultados. Veamos un caso muy revelador:
Si yo digo que "desearía vivir en una sociedad sin estado" (lo cuál además es cierto(*)), de esa afirmación se desprenderían varias posibilidades: la primera es la que nace en las cabezas del vulgo mal informado: "este tío es un punk con cresta, o un rasta, con canuto y litrona, dispuesto a montar follón". Las demás opciones nacen de gente algo más informada:
En primer lugar se podría pensar que soy un "libertario". Este es un concepto político norteamericano que te sitúa a la derecha de la derecha del "tea party", pero que cuenta, incluso, con voz en la Cámara de Representantes. Pero también se podría pensar que soy un "anarquista", en el sentido occidental (o más bien oriental, tirando a la parte de Rusia) del término. Por último podría ser que fuera un "leninista". Como veis todo el arco ideológico está representado en esa dichosa frasecita.
Ahora bien, lo que cambia radicalmente es tanto el tipo de sociedad sin estado que cada una de esas ideologías defiende como la forma de llevar a cabo el proyecto, siempre bajo la hipótesis de que el que formulara este deseo ("vivir en una sociedad sin estado") sepa de qué esta hablando y llegue a esa afirmación a partir de su ideología y no de una simple moda urbana;
El libertario (**) considerará que basta suprimir el estado actual, preservando el resto de relaciones sociales de producción, económicas... que son aquellas en las que unas personas, clases y colectivos prevalecen sobre otros: el patrón sobre el obrero, el hombre sobre la mujer, el rico sobre el pobre, el hombre blanco sobre el resto de razas... Se trata de la "abolición jurídica" del Estado, o de su "reducción hasta el tamaño justo para poder ahogarlo en una bañera" (me encanta cuando el capitalismo enseña su verdadera cara a través de sus metáforas) y listo. Esta sin duda será la posición mayoritaria de los comentaristas favoritos de este blog, que parecen sacados de "intereconomía". Se olvidan de que el Estado es la pistola que les permite mantener su relación de dominio sobre los demás; y si no lo han olvidado es porque ya cuentan con los inestimables servicios de Blackwater para imponer esa sociedad sin estado.
El "anarquista" cree que todo debería saltar por los aires: el estado junto con todas las oprobiosas relaciones de dominio que existen en la sociedad actual. El cambio debería ser inmediato, violento, seguido de un proceso de asentamiento y de nacimiento de un nuevo orden (después de todo anarquía no quiere decir "sin orden" sino "sin gobierno" que es cosa distinta): una sociedad justa, de iguales, sin explotadores y, también, sin estado.
El "leninista" cree, también, que el estado debe desaparecer. La mayoría de la gente no ha leido jamás una palabra escrita por Lenin y no se creen que entre sus teorías esté la de que en una sociedad comunista el estado debe desaparecer. El leninista junto con el anarquista y a diferencia del libertario cree que la mudanza debe ser total: Estado y relaciones económicas, sociales, políticas... que lo sustentan, pero cree que el proceso debe hacerse gradualmente, de la misma forma que se desmonta un puente o una instalación industrial: habrá que apoderarse en primer lugar del sistema económico, transformar las relaciones económicas y a partir de ahí discurrir hacia la vía de la extinción del estado, hasta su aniquilación.
¿Sorprendente, verdad?: si solo escucho a alguien decir que le gustaría vivir en una sociedad sin estado, no podría saber cuál es su ideología. Si, sin embargo me empieza diciendo que es un anarquista, un libertario, un fan del Estado mínimo, un marxista-leninista... yo ya sabría inmediatamente cuáles son sus deseos respecto del Estado: ¿verdad que sí?
(*) ¡Cachis diez! A diferencia de los Alonsos, Rubalcabas, ZP's y Leires, que desearían vivir para siempre en un Estado Social y Democrático de Derecho, como el actual, eterno, inmutable... ¿a qué llamamos en este país "progresistas"?
(**) Descarto la figura romántica del grupo de palurdos blancos pertrechados en una granja en Carolina del Norte, remisos a aceptar cualquier autoridad, porque creo que es difícil que me cruce con alguno de ellos para preguntarle.
¡Anarcocapitalismo!, orden espontáneo de abajo a arriba y, en todo caso, si tiene que existir Estado, inventado desde abajo con el único objeto de proteger los derechos fundamentales de las personas, como la libertad y el derecho a la propiedad privada.
ResponderEliminarAhora resulta que el derecho a la propiedad privada es fundamental, es más fundamental el derecho a la propiedad privada del agua para vendérsela a precio de oro a los regantes extremeños o para usarla sin control ni pago por ella en centrales nucleares (y hablo de Almaraz y no de Fukushima), que el simple derecho a tener agua. Ya habéis conseguido que la vivienda deje de ser un derecho fundamental y vais camino de la sanidad y la educación. Luego pondréis las manazas en el agua y finalmente en el aire... hasta la extinción.
ResponderEliminarClaro que es un derecho fundamental, ¿no tienes derecho a retener el fruto de tu trabajo?. ¿Es que el fruto de trabajo es para otros?, ¿es que somos esclavos de otros?, ¿no somos libres?. El derecho a la proviedad privada es un corolario del derecho a ser libre.
ResponderEliminar¿no tienes derecho a retener el fruto de tu trabajo?. ¿Es que el fruto de trabajo es para otros?, ¿es que somos esclavos de otros?
ResponderEliminarNo has ido a poner el mejor ejemplo, porque no, no tienes derecho a retener el fruto de tu trabajo: este nace directamente siendo propiedad del empresario. ¿o insinúas que los trabajadores son esclavos de los empresarios? ;P
En la sociedad sin estado ¿cómo se hacen cumplir las normas, sin coacción estatal?
@Planquinquenal: ¡hombre! El trabajador produce unos servicios que intercambia con el empresario a cambio de una contraprestación (salario), igual que éste los intercambia con sus clientes y proveedores.
ResponderEliminarPor tu regla de tres cuando te compras unos zapatos de gamusa azul estás esclavizando al tendero y a toda la cadena de producción.