¿Cómo
hacer frente a la deuda? Estrategias financieras frente a la crisis a
nivel regional, estatal y europeo.
(Jornadas organizadas por FEANSAL y ATTAC Andalucía.
Parlamento de Andalucía. 15 de Junio de 2.012)
1.-
Crisis...¿Qué crisis?: Los
expertos tratan de explicar el origen de la crisis actual a
partir de distintos factores: psicológicos, financieros, de valores,
de escasez de recursos... Probablemente todo esto haya influido pero,
en mi opinión, nos encontramos ante la “típica” crisis
económica que genera el capitalismo: exceso de producción, o más
bien, desplome del consumo debida al deterioro de las rentas reales
de la mayoría de la población sostenidas artificialmente por el
crédito y por el abaratamiento de los productos derivado de la
globalización.
Dos
explicaciones “novedosas” de la crisis actual, aunque incorrectas
en parte, me parecen especialmente interesantes: por un lado las que
hablan de “crisis de deuda (pública)” porque describen el actual
estado de cosas, olvidando que se trata de una nueva etapa de un
proceso de traslación de pérdidas del sector privado al público.
La otra interpretación es la de que “esto no es una crisis, es una
estafa”... y tiene un punto de razón: la socialización de las
pérdidas (y la privatización de los beneficios) del sistema
económico en el que vivimos muestra los aspectos que coinciden con
los del tipo legal de la estafa.
2.-
La actual crisis de deuda en España: Las causas de lo que está
pasando con bancos, créditos, deuda pública, prima de riesgo... en
España tiene su origen en el endeudamiento de sector privado en este
país en los años del “espejismo de la riqueza y el crecimiento”,
originado, a su vez, por la liberalización del suelo, la entrada en
el euro, el crédito barato y la falta de alternativas de inversión.
La crisis económica (mundial y capitalista) convierte ese
endeudamiento en insostenible y traslada sus costes al sector
público. ¿Cómo lo hace? Mediante la concentración de las deudas
en el sector financiero y la posterior intervención del Estado en su
salvamento.
3.-
¿Cómo se realiza este proceso? La pantalla muestra el
funcionamiento y tamaño de un banco que, es, en realidad, la suma de
todos los activos, pasivos y netos que las entidades de crédito
declararon en el Impuesto sobre Sociedades en 2.006. Es curioso,
porque el conjunto de los activos bancarios declarados ese año se
situaba en el entorno de los dos billones de euros, en 2.002 estaba
en el billón de euros, mientras que en 2.009 (último dato
disponible) rebasa los tres billones: esto supone que en ocho años
el tamaño del sector bancario se ha triplicado, lo que da una idea
de la hipertrofia que tiene nuestro sector financiero.
Del
gráfico me interesa destacar dos aspectos clave: contra lo que la
gente realmente cree un banco no está contablemente “en quiebra”
por su actividad (aunque sí en peligro constante): se observa un
neto patrimonial (la diferencia entre activos y pasivos exigibles),
exiguo pero existente. Mucho más pequeño que en el sector no
financiero porque no necesita “retener beneficios para realizar
inversiones” con lo que su política es la del inmediato reparto
del beneficio obtenido. Como tampoco pensaron que necesitarían
retener beneficios pensando en insolvencias futuras, la ridícula
franja de fondos propios que la gráfica muestra demostraba, ya
entonces, su vulnerabilidad.
La
otra idea en la que quería insistir es que los activos del sector
financiero son especialmente volátiles a diferencia de los de otras
empresas (almacenes, máquinas, instalaciones, explotaciones...):
basta una mera insolvencia de los agentes que se muestran a la
izquierda de la pantalla para que la situación cambie radicalmente.
4.-
¿Y como cambia?: Lo que se ve en esta pantalla es un simulacro
(más bien realidad) de lo que en las masas patrimoniales de un banco
sucede cuándo se deterioran los activos: éstos se “encojen”
(disminuyen), mientras que los pasivos (los agentes a los que el
banco debe dinero) siguen ahí: ahora el pasivo exigible supera a los
activos, los fondos propios pasan a ser negativos y se produce el
conocido “agujero” bancario que hay que tapar. El “agujero”
será mayor cuánto mayor sea la caída de los activos. Pero como
además los activos no se “caen” todos al mismo tiempo, ni
sabemos siquiera cuántos lo harán (dependerá entre otras cosas de
la gravedad y duración de la crisis), ni sabemos tampoco lo que
realmente valen muchos de ellos, es por lo que es IMPOSIBLE saber las
necesidades de refinanciación del sector bancario en España. Si
fuéramos tan catastrofistas como para pensar que todo el sector se
hundirá, entonces sí tendríamos la cifra de los tres billones de
euros, y sabríamos también que no hay dinero en el mundo para
solucionarlo.
(Continuará...)
Voy a centrarme sólo en una perla para no extenderme mucho:
ResponderEliminar“en mi opinión, nos encontramos ante la “típica” crisis económica que genera el capitalismo”
no, el capitalismo NO genera las crisis, las crisis se generan cuando:
NO se respeta la propiedad privada
NO se permiten los intercambios libres y voluntarios
NO se respetan los contratos
..¿quienes hacen estas barbaridades? Los estados en nombre de “Ala”, “Estado del Bienestar”, “Jesucristo”, “Cambio Climatico” o lo que sea
Vaya, otro austríaco. Deben estar en la época de floración de sus capullos...
EliminarEn vez de dogmatizar da datos, por favor, porque de otra manera tenemos que tomar tu palabra por verdadera porque sí.
Antonio, por un problema estructural de este país (exceso de "canis", en este caso en su variante de "canis austriacus") siempre llevamos doscientos años de retraso: cuando en todo el mundo ya se admite que la crisis vino por la DES-REGULACIÓN, las privatizaciones y la desaparición de la función de control del Estado, el "cani austriaco" (a.k.a. neoliberal trasnochado) sigue a su bola pensando que la crisis llegó porque en las épocas de Reagan, Thatcher, Clinton, Blair, Bush... había ¡demasiado estado!
EliminarEsto lo sostienen día sí y día no. Los días que no toca siguen buscando las armas de destrucción masiva en Iraq que para el "cani austriacus hispanicus" todavía existen, pero no se han buscado lo suficiente.
En fin... ¡Están locos estos "austriacos"!
No Antonio, no, no estoy dogmatizando ni dando datos, lee un poco lo que he puesto, que parece que no te lees las cosas, lo que he hecho es definir cientificamente lo que es un “sistema capitalista”, Antonio te creia un científico, pero me estoy quedando alucinado contigo..la otra persona que responde puedo entender su ignorancia, pero ¿tu? ¿con tu curriculum?
EliminarUn profesor de Análisis Funcional que tuve en la carrera, después de un parcial desastroso (que por cierto aprobé con nota) nos dijo una frase que considero buena y oportuna para este caso:
ResponderEliminar"Miren, Vds. lo que tienen que hacer es intentar aprender una cosa. No intenten aprender toda la materia del parcial, no; eso ya vendrá. Intenten aprender sólo una cosa, una cosa pequeña, asequible. Apréndanla bien. Y cuando sepan qué es saber una cosa de verdad, entonces podrán intentar aprender otras cosas".
Mauro, tú no razonas. Has hecho 4 afirmaciones, pero no has dado ningún dado que avale tus afirmaciones, ni has hecho un contraste de hipótesis. Yo soy un científico y sé lo que es falsar una teoría y formular hipótesis; tú, por lo que veo, no. Fundamenta tus afirmaciones y entonces podrá haber algo parecido a una discusión. Cualquier otra cosa es dogma ("verdad revelada que se acepta sin discutir").
Venga, salu2.
Lo curioso es que la teoría de "reducción" de los estados ni siquiera es tal, es mero espejismo e ilusión vendida a precio de saldo a crédulos, que por otra parte recibirán lo suyo, es que el libre mercado no fue pensado para ellos. Reagan fue un socialista empedernido, sólo que su socialismo estuvo enfocado en las rentas superiores. Para el resto de su gente mejor libre mercado. Ni siquiera los países desarrollados respetan las reglas free market que tanto protegen y publicitan. De hecho es al resto de países a los que se les obliga a aceptarlas de tantos modos ya conocidos. El mundo desarrollado desarrolla monopolios y oligopolios simplemente para escapar del libre mercado e imponer sus propias reglas y conducir el sistema económico en beneficio propio. ¿De qué sirve entonces estar arriba?. El saqueo es exponencial y la globalización no ha hecho más que acelerarlo, así como la transferencia de riqueza pública a personas privadas.
ResponderEliminarY sí, hay un contrato que no se respeta, el contrato social ni más ni menos. A éste rápido se le enmienda unilateralmente.
Por favor, ¿cómo a estas alturas de la película se puede creer aún en la desregulación?, que además tampoco es tal, sólo que no se regula para el interés general. ¿Hay acaso alguna actividad humana que esté desregulada y se les deje a los actores el accionar libremente en beneficio propio?. ¿Está el tráfico rodado desregulado?, por poner un ejemplo.
Si como único incentivo el hombre sólo encuentra la persecución de intereses materiales cosificados en el dinero y el afán de lucro por encima de todas las cosas, todo, cualquier método es factible y deseable para obtenerlos y la línea de la legalidad se hará cada vez más difusa. Y ya puestos, ¿para qué queremos moralidad?.
Me da en la nariz que el neoliberal acérrimo no ha probado nunca su medicina. Tal vez esta experiencia que vamos a vivir en común haga despertar conciencias críticas.
A todo esto ¿por qué razón el trabajo de la ama de casa no computa en el PIB?.
Antonio soy lector asiduo de Oil Crash, buen trabajo.
Saludos , ánimo y suerte.